LA PAZ (Sputnik) — El expresidente de Bolivia, Carlos Mesa (2003-2005), candidato en los comicios nacionales del 18 de octubre, reconoció la victoria de Luis Arce y se declaró al frente de la oposición al futuro Gobierno.
«Reconocemos que ha habido un ganador en esta elección, y es un resultado que aceptamos (…) Somos la cabeza de la oposición y actuaremos como tal», dijo Mesa en una declaración a la prensa, acompañado por su candidato vicepresidencial Gustavo Pedraza.
Las encuestas publicadas en la madrugada del lunes 19, hasta ahora únicas referencias globales del resultado de la votación, daban a Mesa en torno a 30% de los votos válidos, más de 20 puntos porcentuales menos que Arce y lejos de su aspiración de al menos forzar una segunda vuelta con el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El exgobernante neoliberal (2003-2005), cuya alianza Comunidad Ciudadana había dicho el domingo 18 que esperaría el cómputo oficial antes de pronunciarse, terminó aceptando las proyecciones extraoficiales en favor del masista Arce que ya eran reconocidas ampliamente por la comunidad política nacional e internacional.
«Es un resultado que consideramos que no va a modificarse cuando conozcamos los resultados oficiales (…), es el pueblo el que define con sabiduría el destino que quiere; ojalá todos, gobernantes y gobernados, estemos a la altura de este desafío que tiene Bolivia en uno de los momentos más duros de su historia», dijo.
Mesa reiteró su advertencia de campaña electoral de que Bolivia vivía una triple crisis —sanitaria, económica y de corrupción— que señaló como desafío central para el Gobierno de Arce.
«Vamos a demandar a quienes gobiernen Bolivia la solución de esas crisis muy profundas y que requieren una actitud de reconocimiento de errores y establecimiento de una línea de oposición que implica ser parte fundamental de la conciencia de la sociedad boliviana», añadió el expresidente.
La alianza de Mesa habría triunfado en tres de los nueve departamentos, apuntando a convertirse en la minoría parlamentaria de un nuevo parlamento dominado por el MAS, seǵun las encuestas.