«Leopoldo López llegó a Madrid pudiéndose reunir con su familia», así lo confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de España a través de un comunicado.
El líder del partido político venezolano Voluntad Popular arribó al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. No se mostró en público y, con la ayuda de las autoridades, se trasladó a la residencia de su familia, ubicada en la capital. El político logró salir de Venezuela a pesar de todos los controles.
En Madrid Leopoldo López se reunió con sus padres, con su esposa Lilian Tintori y con sus tres hijos, quienes residen en la capital española. En ella residen otros líderes opositores venezolanos, como el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma.
Anteriormente, el padre del opositor venezolano, eurodiputado por el conservador Partido Popular, López Gil, confirmó a la agencia AFP que su hijo había abandonado Venezuela de forma “clandestina” por la frontera con Colombia y ya estaba en casa, pero no señaló desde qué país llegó.
Leopoldo López se alojó en la embajada española en Caracas tras ser liberado de su arresto domiciliario por fuerzas dirigidas por el opositor Juan Guaidó, con quien participó en un intento de levantamiento militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro el 30 de abril de 2019.
Previamente el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, aseguró que el opositor Leopoldo López, asilado en la embajada de España, supuestamente planea asesinar a líderes políticos.
Tras conocerse su huida, las autoridades venezolanas registraron un edificio de viviendas donde reside el personal diplomático español. Además, los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) detuvieron a un vigilante privado de la delegación diplomática y a una empleada de López.
Estas actuaciones fueron condenadas por la Cancillería española, que las considera «un incumplimiento de las obligaciones contenidas en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas».
En septiembre de 2020, el Gobierno de España anunció que cambiaba a su embajador en Venezuela, Jesús Silva Fernández, nombrado por el expresidente Mariano Rajoy. Al mismo tiempo desde la Cancillería española anunciaron que el cambio de embajador no afectaría a la situación de López.
Durante sus años de servicio en Caracas el embajador español desarrolló unas buenas relaciones con la oposición venezolana, llegando incluso a recibir un reconocimiento público por parte de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
El comunicado emitido por la diplomacia española intenta aclarar que la decisión de López de salir de la Embajada es «su decisión personal y voluntaria».
Sobre López pesa una condena de casi 14 años de prisión, con el beneficio de casa por cárcel, tras ser hallado culpable de incitar a la violencia en las manifestaciones que sacudieron Venezuela en 2014; unas movilizaciones en las que fallecieron 43 personas.