La repatriación del exsecretario de la Defensa de México, Salvador Cienfuegos, es parte de una estrategia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para limitar las operaciones de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en el país latinoamericano, informó The Washington Post.
Un funcionario estadounidense aseguró al diario que los fiscales del Distrito Este de Nueva York atribuyeron el acuerdo diplomático entre Washington y México a «amenazas del Gobierno mexicano de limitar el papel de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el país».
Como resultado de esta negociación, la Fiscalía neoyorquina solicitó que los cargos contra Cienfuegos fueran desestimados. No obstante, The Washington Post señaló que la evidencia en contra del general mexicano es «sólida», razón por la cual regresará a México una vez que los elementos de seguridad de Estados Unidos puedan trasladarlo.
Por otra parte, un funcionario mexicano confirmó al medio estadounidense que la DEA podría ser excluida. Luego de la detención de Cienfuegos, ocurrida el 15 de octubre, las autoridades mexicanas consideraron que el Departamento de Justicia había violado la soberanía de México, ya que los delitos imputados al exsecretario de la Defensa habrían sido cometidos en ese país.
Una vez que se dio a conocer la decisión de Estados Unidos de retirar los cargos contra Salvador Cienfuegos, el canciller mexicano Marcelo Ebrard, celebró la decisión.
«No la vemos como el camino a la impunidad sino como un acto de respeto a México y a las Fuerzas Armadas y significa que las bases que existen de cooperación y seguridad podrán mantenerse», aseveró.
Asimismo, horas después el Departamento de Justicia de Estados Unidos indicó que buscaría desestimar los cargos contra el general, entre los que se encuentran la supuesta protección a narcotraficantes y otros delitos como conspiración para fabricar, importar y distribuir narcóticos y lavado de dinero, para que pueda ser investigado por las autoridades de México.
Sobre estos hechos, The Washington Post destacó que esto es «un símbolo de la capacidad del Gobierno mexicano para jugar fuerte con Estados Unidos y ganar«.A su vez, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó durante su rueda de prensa del día 18 de noviembre que no hay nada oculto ni nada a cambio en la negociación para repatriar al exsecretario de la Defensa.
Salvador Cienfuegos fue señalado por la DEA por supuestamente colaborar con el cártel de los Beltrán Leyva para enviar toneladas de droga a los Estados Unidos. La DEA también acusó que el secretario de la Defensa recibió sobornos del narcotraficante Juan Francisco Patrón, ‘H2’, lugarteniente de una de las células de los Beltrán Leyva en el estado de Nayarit.
El canciller Ebrard expuso que el 11 de noviembre las autoridades de Estados Unidos entregaron a la Fiscalía General de la República (FGR) más de 700 documentos con evidencias que apoyaban la acusación penal en contra del general Salvador Cienfuegos.
Según La Jornada, tras el arresto del exfuncionario mexicano, diversas instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional y la Unidad de Inteligencia Financiera iniciaron sus investigaciones, pero no encontraron evidencias que involucraran al exsecretario con alguna organización criminal.