Alberto Fernández, presidente de Argentina, habló acerca del papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la crisis económica que asoló el país suramericano.
Desde la Quinta de Olivos —la residencia oficial de la presidencia argentina—, Fernández dio una extensa entrevista por videoconferencia al medio elDiario.es, en la que tocó temas como el papel del FMI en la crisis argentina, su relación con el presidente Bolsonaro y la influencia del papa Francisco, entre otras cosas.
La deuda con el FMI
Después de que el FMI se comprometiera a entregar a Argentina el mayor crédito de su historia, 57.000 millones de dólares, el país se convirtió en el mayor deudor de la organización financiera. Al final, el fondo desembolsó solamente 44.000 millones porque el actual presidente rechazó el resto del préstamo al resultar electo en octubre del año pasado.
Fernández, además, ya ha advertido al ente que no puede pagar los millones de dólares en créditos comprometidos para 2024 y ha pedido una reestructuración de la deuda.
«La primera vez que hablé con el fondo, cuando era candidato a presidente, yo les expliqué que ellos eran corresponsables de lo que se estaba viviendo en la Argentina. Y les recomendé que los últimos 11.000 millones de dólares que iban a darle al Gobierno de Macri no se lo dieran porque se iban a fugar. Y eso ocurrió. El dinero que recibió el Gobierno de Macri solo tuvo el propósito de permitir la salida de capitales especulativos que estaban en la Argentina», afirmó el mandatario.
Fernández detalló que entre el momento en que ganó las primarias, en agosto, y su victoria en la elección general, en octubre, «se fueron 23.000 millones de dólares», una suma financiada por el FMI.
«Lo que pedimos al Fondo es que tenga presente la cuota de responsabilidad que tuvo», recalcó el presidente.
Al ser preguntado si cree que la negociación con el FMI será más sencilla ahora que Joe Biden ha ganado las carrera presidencial estadounidense, Fernández dijo no estar seguro. Sin embargo, puso de relieve que Donald Trump, actual mandatario de EEUU, fue el impulsor del préstamo hecho a Argentina.
«El crédito que se le dio a la Argentina fue impulsado por el presidente Trump para favorecer al Gobierno de Macri. No lo digo yo, lo dijo el actual presidente del Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID), que era asesor del presidente Trump», afirmó Fernández, antes de agregar que está muy interesado en «ordenar las cuentas con el fondo, sin que esto signifique postergar las necesidades argentinas».
Venezuela y Bolivia
Al hablar de la situación de Venezuela, Fernández consideró que existe «un conflicto de convivencia democrática» en el país que deben resolver los mismos venezolanos a través del diálogo.
«Eso no se resuelve ni con una intervención militar ni con bloqueos que solo dañan más a los venezolanos que a un Gobierno», subrayó el presidente.
Al hablar de Bolivia, Fernández consideró que no hay dudas de que lo que hubo en el país fue «un golpe de Estado y una persecución evidente a los dirigentes del Gobierno depuesto». Además, llamó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) la «gran responsable de lo que pasó«.
«La OEA argumentó un fraude que con el correr de los días se fue demostrando que no era tal. Cuando uno mira en qué se fundaba la OEA para decir que había fraude y ve que son planillas de votos donde Evo Morales había sacado el 90%, 95% de los votos; ellos decían «acá está el fraude, no se dan cuenta, nunca pudo haber sacado esto». Resulta que viene Luis Arce y son los mismos resultados. Entonces está clarísimo que ahí hubo una manipulación para sacar a Evo Morales», apuntó el mandatario argentino.
Fernández afirmó que permanentemente en los gobiernos populares se ve «una actitud desestabilizante de ciertos factores de poder» y negarlo «sería una necedad».
«América Latina vivió un tiempo de golpes que fue nefasto. No solamente por el retroceso, sino por las condiciones en que los derechos humanos eran maltratados. Y por lo tanto, nosotros no podemos mirar impávidos que ese riesgo vuelva a imponerse», subrayó.
La relación con Bolsonaro
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en más de una ocasión ha arremetido contra su homólogo argentino. Al ser preguntado si la «posición intransigente de ambas partes no afecta a las relaciones bilaterales» entre las naciones, Fernández puso de relieve que, de su parte, no hay intransigencia.
«Quiero aclarar que no hay una posición intransigente de mi parte. Yo solamente he escuchado pasivamente las cosas que Bolsonaro dice de mí, simplemente. He evitado entrar en debates con él porque advierto la trascendencia que tiene el vínculo entre Brasil y la Argentina. Para mí es muy importante. Y nosotros ese vínculo debemos preservarlo más allá de quien gobierna», consideró Fernández
La influencia de Francisco
Si bien afirmó no ser un católico practicante, Fernández alabó la posición adoptada por el papa Francisco.
«Yo lo que he visto por primera vez desde que nací es un Papa muy preocupado por los problemas de lo que a mi juicio debe preocuparse la Iglesia, que es la pobreza, la marginalidad, la persecución…», apuntó el presidente.
Fernández afirmó que el pontífice argentino, de algún modo, le hizo «reencontrar con una Iglesia mejor».
«Y yo creo en el Papa porque lo he visto muchas veces tomar actitudes valientes en defensa de los que están pasándola mal. Lo he ido a ver cuando Lula estaba preso. Lo he visto luchar por los inmigrantes africanos, que llegan en términos inhumanos a las costas italianas. Lo he visto reclamar por mayor justicia. Su última encíclica tiene un contenido político enorme de compromiso y de cuestionamiento al capitalismo en su versión financiera», subrayó el mandatario, antes de agregar que el Papa, en este último tiempo, «ha influido muchísimo» en él.