La vacuna anti-COVID desarrollada por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech incluye una gelatina derivada del cerdo, un ‘animal sucio’ en la tradición musulmana. Sin embargo, el Consejo de la Fatua de Emiratos Árabes Unidos, la autoridad islámica de mayor rango en el país, permitió el uso de esta vacuna por los adeptos del islam.
En el mundo islámico habían surgido preocupaciones acerca de la composición del fármaco de Pfizer y BioNTech ya que el consumo de cerdo viola los preceptos de esta religión. Para dispersar las dudas, el Consejo, encabezado por el jeque Abdalá bin Bayá ha emitido un dictamen.
«La vacuna contra el coronavirus está clasificada bajo las medicinas preventivas para individuos, como recomienda la fe islámica, particularmente en momentos de enfermedades pandémicas, cuando los sanos pueden ser propensos a infecciones a causa del elevado riesgo de contraer la enfermedad, lo que supone un riesgo a toda la sociedad», sostuvo jeque emiratí.
El Consejo añadió que ante las consecuencias que provoca la pandemia, y en caso de falta de alternativa, el uso de la vacuna es admisible, aunque contiene ingredientes que son ‘Haram’ — prohibidas por la práctica del islam.
El 23 de diciembre EAU empezó la vacunación masiva y gratuita de su población contra el coronavirus en la ciudad de Dubái. Para la campaña fue elegida la vacuna Pfizer-BioNTech registrada previamente por el Ministerio de Sanidad emiratí.