Las personas que padecieron el COVID-19 durante la primera ola pueden verse menos protegidos ante la nueva cepa del coronavirus pese a la presencia de los anticuerpos, declaró la Dra. Ancha Baranova, profesora de la Escuela de Biología Sistémica de la Universidad de George Mason (EEUU).
«Esa noticia (detección de la nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2) tiene que ver con los que padecieron el COVID-19 durante la primera ola: ellos pueden verse protegidos insuficientemente contra una nueva infección», dijo la científica.
Baranova relató que las nuevas cepas del coronavirus pueden reducir un poco la eficacia de las vacunas, pero no las harán ineficaces de ningún modo.
«Las nuevas variedades del coronavirus quizá pueden influir en la eficacia de la vacuna, pero nunca la harían ineficaz por completo… Por ejemplo, la eficacia sería del 91% y no del 99«, explicó Baranova.
Señaló que «no pasa nada porque sabemos que las vacunas no son eternas y podrá necesitarse la revacunación».
«Lo peor que puede pasar sería la necesidad de una revacunación anual», agregó la profesora de la Escuela de Biología Sistémica de la Universidad de George Mason.
El pasado 19 de diciembre, las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron la presencia en el sur del territorio británico de una nueva cepa del SARS-CoV-2 que se propaga con más rapidez y podría ser un 70% más contagiosa.
Por el momento no hay evidencias de que esta mutación repercuta en la gravedad de los síntomas, la tasa de letalidad, la respuesta de los anticuerpos o la eficacia de las vacunas.
Mientras, otra cepa del coronavirus se registró en la República Sudafricana.
Numerosos países ya anunciaron la suspensión de vuelos desde el Reino Unido y Sudáfrica para evitar la propagación de las nuevas cepas del virus.