SANTIAGO – Aumentar en 50 por ciento promedio el monto de las pensiones por retiro programado, es el objetivo del proyecto de ley que presentó en La Moneda la Senadora y precandidata presidencial del Partido Demócrata Cristiano, Ximena Rincón, quien recalcó que “las y los jubilados no pueden esperar otros 20 años para tener ingresos que garanticen una vida digna en la vejez”.
La propuesta de la parlamentaria, construida junto el Doctor en Matemáticas Aplicadas, Ingeniero Patricio Basso, quien la acompañó hasta la sede del Poder Ejecutivo, consiste en modificar el método que se utiliza para calcular las pensiones de retiro programado, lo que -destacaron- elevaría las pensiones desde un 25% para los nuevos pensionados hasta más de un 80% para los antiguos, dependiendo exclusivamente de la edad de cada jubilado.
“El promedio de las pensiones por retiro programado es de 167 mil 504 pesos, pero si se desagrega por género, la realidad es dramática. Un hombre recibe poco más de 214 mil pesos, mientras que la media de una mujer es de 137 mil pesos y fracción. Nadie vive con esas cifras, es imposible y no podemos esperar una discusión estructural que tomará mucho tiempo en concordarse y, posiblemente, tardará en dar resultados. Pero los jubilados no pueden esperar”, precisó la parlamentaria.
Añadió que, tras casi dos años de trabajo, con el doctor Basso concluyeron que mínimos cambios a la legislación vigente, permitirían una inmediata y significativa mejora de las actuales y futuras pensiones. “Entendemos que hay varios temas que deben abordarse, como cotizaciones, comisiones, utilidades y un gran etcétera. Sin embargo, en aras de una rápida aprobación de este proyecto, decidimos no incorporar ningún tema distinto al método de cálculo de las pensiones”, aseguró la Senadora.
DL 3.500
Patricio Basso explicó que parte importante de las bajas pensiones se explican por tres aspectos del DL 3.500. Primero, porque permite saldos muy altos al momento del fallecimiento del titular; segundo, por el factor decreciente que, al cabo de 20 años, deja a la pensión en un tercio de lo que fue originalmente y, tercero, por la discriminación que sufren las mujeres por tener, en promedio, una mayor longevidad que el hombre
Por estas razones, propusieron modificar tres aspectos concretos del DL 3.500, que son: el método de cálculo; el uso de tablas de mortalidad diferenciadas por sexo y la obligación que tiene el pensionado de financiar no solo su propia pensión, sino también las de sus beneficiarios después de su fallecimiento.
“Si modificamos estos tres aspectos, es posible mejorar de inmediato las actuales pensiones en más de un 50 por ciento en promedio”, puntualizó el Doctor Basso, quien precisó que también debe revisarse la ley 20.255, que en lugar de utilizar como base de cálculo la pensión actual, usa la inicial, que es significativamente más alta.
“En el caso del retiro programado, el complemento solidario se financia con el propio capital del pensionado, pasando a ser responsabilidad del estado, sólo cuando dicho capital se extingue, lo que no ocurre con la modalidad de renta vitalicia. El uso por el Estado del capital propio del pensionado de retiro programado, lo priva de recibir la rentabilidad que recibirían sus fondos de pensiones y en algún momento podría incluso dejar su saldo de ahorro en cero, privando a sus herederos de cualquier herencia posible”, concluyeron Rincón y Basso.
Por su parte, el diputado DC Gabriel Silber agregó que “le estamos pidiendo, exigiendo al Ejecutivo, que esto sea parte del debate efectivamente de pensiones que hoy día está en el Congreso, también señalar que si esto no da resultado debido al capricho, tozudez, del Gobierno, entender que acá hay un debate técnico que es necesario ceder de una vez por todas vía ley y no en sede administrativa como ha sido hasta el día de hoy, también vamos a evaluar llevarlo derechamente a trámite mediante el mecanismo de reforma constitucional, en la Cámara de Diputados”.