Con el planeta bajo una crisis sanitaria y la población mundial pasando más horas de lo habitual en internet, no es extraño pensar que el año 2020 pudo haber sido uno de los más fructíferos para las teorías conspirativas. En este repaso, cinco ejemplos de las hipótesis más repetidas por los desconfiados.
Aquellos a los que les apasiona afiliarse a esas hipótesis casi imposibles de chequear y suelen atribuir maliciosas intenciones a los gobernantes estuvieron de parabienes. La pandemia de COVID-19, el desarrollo de medicamentos y vacunas para combatirla y la muerte de algunas figuras relevantes a nivel internacional sirvieron como perfecto disparador para nuevas hipótesis.
En este repaso, tan solo cinco ejemplos de lo que la imaginación de los más escépticos fue capaz de pergeñar.
¿Qué teorías conspirativas marcaron el 2020?
- Hillary Clinton o una trama judía detrás de la muerte de Kobe Bryant
La muerte de la estrella estadounidense de básquetbol Kobe Bryant sacudió al mundo entero apenas iniciado el año 2020. A pesar de que se trató de una tragedia aérea en la que también perdieron la vida otras ocho personas —entre ellas la hija de 13 años del deportista—, las teorías sobre un supuesto homicidio estuvieron a la orden del día.
Una de las más extrañas indicaba que, tan solo unos minutos antes de que el helicóptero en el que viajaba se estrellara, Bryant había publicado un mensaje en Twitter en el que decía: «Tengo información que llevará al arresto de Hillary Clinton». Obviamente, la teoría sostenía que la muerte de Bryant no había sido accidental sino un crimen para ocultar la supuesta información que poseía.
Un análisis del sitio de chequeo de noticias estadounidense Politifact corroboró que Bryant nunca tuiteó ese día y que la captura viralizada era falsa. La organización también recordó que las alusiones a la familia Clinton como presuntos autores de infinidad de muertes de personalidades.
La muerte de Bryant también dio lugar a una extraña publicación del periodista argentino Eduardo Salim Sad, quien recordó que el basquetbolista viajaba en un helicóptero fabricado por la empresa Sicorsky. «Helicóptero Sicorsky S 76, de apellido judío, mata a Kobe Bryant», tuiteó. La publicación, que luego fue borrada, también abonó la hipótesis de una supuesta trama judía detrás del crimen.
- Qanon y la salida de Donald Trump de la Casa Blanca
Si de teorías conspirativas que involucran a políticos estadounidenses se trata, es imposible no mencionar a Qanon. Estrictamente no es una teoría surgida en 2020 pero al tratarse de un año electoral en el país norteamericano, sus defensores se mostraron particularmente activos.
Básicamente, la teoría conocida como Qanon —nombre surgido de un anónimo que, utilizando el seudónimo ‘Q’, comenzó a plantear esas ideas en foros en internet en 2017—, alega que el presidente de EEUU, Donald Trump, es víctima de una conspiración impulsada por líderes del Partido Demócrata como Hillary Clinton, Joe Biden y Barack Obama para dar un golpe de Estado a Trump.
En esa tarea, según los defensores de esta teoría, los dirigentes políticos tendrían el apoyo de la mayoría de las estrellas de cine de Hollywood y del empresario George Soros, habitualmente señalado por teorías conspirativas de sectores de derecha.
Y si bien Trump fue sumamente cuestionado durante su Gobierno, llegó a las elecciones de noviembre de 2020 contra Biden y peleó la reelección voto a voto con el candidato demócrata.
La teoría Qanon parece estar, de todos modos, más viva que nunca, teniendo en cuenta que en esos comicios alcanzó una banca en la Cámara de Representantes la primera congresista que abiertamente apoya la existencia de esta conspiración. Se trata de la republicana Marjorie Taylor Greene, quien fue electa diputada por el estado de Georgia.
- George Floyd está vivo y las protestas fueron impulsadas por Soros
Estados Unidos ha sido tierra fértil para las teorías conspirativas en 2020 y los que desconfían de cualquier explicación lógica hasta pusieron en cuestión la muerte del joven afrodescendiente George Floyd, asesinado el 25 de mayo en la ciudad de Mineápolis, Minesota, por parte de agentes policiales que lo registraban.
En junio, una publicación del diario New York Times advertía que un youtuber estadounidense denominado JonXArmy afirmaba, en un vídeo de 22 minutos, que la muerte de Floyd había sido fingida. El vídeo fue compartido más de 100 veces en Facebook y tuvo un alcance, según el diario, de 1,3 millones de personas.
También surgieron en Twitter miles de mensajes que aseguraron que Floyd «no está muerto» y que el vídeo que muestra su muerte fue un montaje protagonizado por un actor.
Esta teoría también se conecta con la que indica que el magnate Soros está detrás de las protestas sociales que se iniciaron tras el asesinato de Floyd. Decenas de miles de mensajes en Twitter y Facebook afirmaron que el empresario financió y organizó las protestas, que en realidad tuvieron un carácter espontáneo en su inicio, producto de la indignación por la violencia racial en el país.
- 5G, creación de Bill Gates y arma biológica: las teorías sobre el COVID-19
Por supuesto, la irrupción del nuevo coronavirus en la vida de los habitantes del planeta alimentó variedad de teorías conspirativas que intentaron explicar el origen o la intencionalidad del virus que paralizó al mundo entero desde el mes de marzo.
Las conspiraciones detrás COVID-19 son incontables pero algunas sobresalieron especialmente por su capacidad de difusión. Una de las más conocidas fue la que vinculaba el virus a la tecnología 5G, creada por China y utilizada para la nueva generación de teléfonos móviles y artefactos del hogar.
Según los defensores de esta teoría, las redes 5G son capaces de transmitir el virus e incluso afectar las defensas del organismo. La idea se propagó entre las personas al punto que en el Reino Unido se quemaron torres de 5G ante su supuesta culpa en la difusión de la enfermedad. Por supuesto, la teoría fue rebatida por diversos científicos, que reafirmaron el carácter viral del COVID-19 y descartaron que las ondas de 5G sean capaces de causar esos efectos.
Otras tantas teorías vincularon el origen del nuevo coronavirus a laboratorios estatales de la ciudad china de Wuhan, donde se dieron los primeros casos. Algunas teorías afirmaban que el virus fue creado como un arma biológica pero se salió de control, al tiempo que otros, más despiadados, sostuvieron que el virus era una herramienta para diezmar a la población mundial de ancianos.
Otra hipótesis, relacionada tanto a la de reducir la población envejecida como a Qanon, atribuye la invención del virus al empresario estadounidense Bill Gates. La llama que encendió esta teoría es el trabajo de la Fundación Gates para financiar el desarrollo de vacunas y por el hecho de que, en el marco de su trabajo, Gates había advertido con anterioridad sobre el riesgo de la llegada de una pandemia.
- Vacunas contra el COVID-19: asesinas o con microchips
Gates, fundador de la empresa Microsoft, también aparece muy señalado en las teorías conspirativas detrás de las vacunas contra el COVID-19. De hecho, entre las primeras hipótesis estaba la de que el empresario quería impulsar una «vacunación masiva» contra el virus que, según su extraño plan, mataría hasta el 95% de la población mundial.
Otras hipótesis afirmaba que el verdadero plan de Gates era utilizar las vacunas contra el COVID-19 para implantar «microchips» en el cuerpo de las personas. A través de esos dispositivos, el magnate lograría controlar o registrar todos los movimientos de las personas.