WASHINGTON (Sputnik) — EEUU insta a China a que libere de inmediato a la periodista de ese país Zhang Zhan, que ha sido objeto de persecución y una condena falsa, dijo el secretario de Estado (canciller), Mike Pompeo en un comunicado.
«EEUU condena enérgicamente el falso enjuiciamiento y condena por parte de la República Popular China a la periodista ciudadana Zhang Zhan el 28 de diciembre. Hacemos un llamado al Gobierno de la República Popular China para que la libere de forma inmediata e incondicional», dijo Pompeo.
El 28 de diciembre, un tribunal de Shanghai condenó a Zhang a cuatro años de prisión tras acusarla de haber difundido información que provoca conflictos.
Pompeo añadió que el Partido Comunista Chino (PCCh) ha demostrado una vez más que hará todo lo posible para silenciar a quienes cuestionan su línea oficial, incluso con respecto a información crucial de salud pública sobre la propagación de la pandemia del nuevo coronavirus en ese país y más allá.
«Mentir es una característica, no un error de los regímenes autoritarios. El PCCh restringió y manipuló la información sobre el brote de COVID-19 en Wuhan desde el principio y silenció brutalmente a otros valientes que dicen la verdad, como el Dr. Li Wenliang, Chen Qiushi y Fang Bin», dijo el secretario de Estado.
A su vez, señaló que el mundo se basó en la cobertura sin censura de periodistas ciudadanos como Zhang para comprender la verdadera situación con respecto al brote de coronavirus en Wuhan y las brutales medidas implementadas para detener su propagación.
«Su juicio apresurado, al que se negó el acceso a observadores extranjeros, muestra el temor del PCCh hacia los ciudadanos chinos que dicen la verdad. El miedo del Gobierno de la República Popular China a la transparencia y su continua represión de las libertades fundamentales son un signo de debilidad, no de fuerza, y una amenaza para todos nosotros. EEUU siempre apoyará el derecho de los ciudadanos chinos a expresarse libre y pacíficamente», agregó.
Zhang cubrió el brote de coronavirus de Wuhan en febrero, exponiendo los métodos empleados por las autoridades chinas para contener su propagación, así como el estado de situación en los hospitales locales.
La periodista ha estado detenida en un centro de detención en el distrito de Pudong de Shanghai desde mediados de mayo.
En junio, comenzó a negarse a comer para protestar por su arresto.