El precio del bitcoin batió otro récord histórico a medida que los inversores son cada vez más propensos a considerar la moneda digital un rival del oro en las inversiones. Mientras tanto, los analistas del banco de JP Morgan aseguran que un bitcoin podría llegar a costar hasta 146.000 dólares si un día pasa a ser un activo refugio.
El interés en la mayor criptodivisa del mundo ha aumentado considerablemente a comienzos del 2021. Cada vez más inversores ven en ella una alternativa al dólar y un tipo de cobertura capaz de proteger sus recursos de la inflación. Esta tendencia condujo a que su precio se triplicase en los últimos seis meses, hasta alcanzar el 2 de enero un récord de 34.800 dólares.
«La competencia del bitcoin con el oro ya ha comenzado en nuestra mente», destacaron los estrategas del banco de Wall Street en una nota citada por la agencia Reuters.
Recientemente el oro registró una salida de inversión de 7.000 millones de dólares, mientras que las inversiones en el fideicomiso Bitcoin Trust de Grayscale alcanzaron unos 3.000 millones. Este agente ofrece la exposición al mercado respectivo para aquellos inversores que quieren trabajar con bitcoin.
En el banco estadounidense pronostican que es probable que el bitcoin supere al oro como activo de inversión a medida que los millennials pasen a tener más peso en el mercado financiero y otorguen su confianza al oro digital frente a los lingotes tradicionales.
«Teniendo en cuenta lo grande que es la inversión financiera en oro, un desplazamiento de este metal como moneda ‘alternativa’ implica una gran ventaja para el bitcoin a largo plazo», señalan los expertos del JP Morgan.
Con una capitalización de 575.000 millones de dólares, el precio de la moneda digital tendría que aumentar casi cinco veces, hasta llegar a cotizar a 146.000 dólares, para igualar su valor al de todos los lingotes de oro en propiedad privada, monedas o fondos negociados en bolsa, aseguran en el ente.
Según los estrategas de JPMorgan, el crecimiento del precio del bitcoin dependerá de si su volatilidad converje con la del oro a largo plazo. Si bien en el banco señalan la posibilidad de que la «manía especulativa actual» empuje a la moneda a cotizar entre 50.000 y 100.000 dólares, también advierten que dichos niveles acabarán siendo insostenibles hasta que su volatilidad se estabilice.