Después de que los partidarios violentos de Donald Trump irrumpiesen en el Capitolio durante una sesión para confirmar la victoria del presidente electo, Joe Biden, en las presidenciales, los demócratas del Comité Judicial de la Cámara instaron a invocar la enmienda 25 para destituir al presidente en funciones de su cargo.
A Trump solo le quedan dos semanas en el cargo, y Biden prestará juramento el 20 de enero.
Pero, si bien el juicio político a Trump podría evitar que se postulase nuevamente a presidente, el cronograma no parece estar de parte de quienes apoyan esta opción.
En diciembre de 2019, la Cámara de Representantes acusó a Trump de abuso de poder y de obstruir el Congreso cuando fue acusado de presionar a Ucrania para que investigara los supuestos tratos de la familia Biden en el país.
Sin embargo, no fue destituido de su cargo por el Senado, que votó 52-48 a favor de absolverlo del cargo de abuso de poder y 53-47 por el de obstrucción al Congreso por cargos derivados de sus presuntas relaciones con Ucrania.
Si hubiera sido declarado culpable de cualquiera de los cargos, Trump habría tenido que ceder su cargo al vicepresidente, Mike Pence.
Así, la segunda opción, la enmienda 25, se ha debatido a lo largo de los últimos años como último recurso para destituir a un presidente incapacitado.
¿Qué es la enmienda 25?
Al abordar el tema de la sucesión presidencial y la discapacidad, la enmienda 25, ratificada en el 1967, ofrece un mecanismo legal para designar a un jefe de Estado cuando el presidente en funciones está incapacitado o muerto.
Aclara que el vicepresidente se convierte en presidente si este muere, dimite o es destituido. También proporciona al presidente y al Congreso el poder compartido para reemplazar a un vicepresidente.
¿Por qué era necesaria la enmienda 25?
La enmienda 25 se promulgó a raíz del asesinato de John F. Kennedy para ofrecer una línea clara de sucesión en situaciones de contingencia urgente, después de que su predecesor, Dwight Eisenhower, sufriera ataques cardíacos mientras ostentaba su cargo en la década de 1950.
En ese momento, llegó a un acuerdo con el vicepresidente, Richard Nixon, sobre la entrega del poder.
La sección de la enmienda 25 que permite al vicepresidente y al gabinete destituir al presidente supuestamente se refería a una situación en la que el líder del país estuviese en coma o hubiese sufrido un derrame cerebral. Sin embargo, la enmienda no ofrece una descripción clara de lo que implica estar «incapacidad para servir«.
Según un asistente del fallecido exsenador demócrata Birch Bayh, autor de la enmienda constitucional, esta «no estipuló cuál era el problema», sino que «proporcionó un mecanismo para abordarlo«.
En los más de 50 años desde que se enmendó la Constitución, el proceso nunca se ha iniciado.
¿Qué requeriría la activación de la enmienda 25?
Para destituir a Donald Trump, el vicepresidente, Mike Pence, tendría que estar dispuesto a aceptar dicho proceso, según el texto de la enmienda.
El vicepresidente también requeriría que la mayoría de los funcionarios del gabinete de Trump acordasen declarar al presidente incapaz de «cumplir con los poderes y deberes de su cargo», y que le quitasen el poder temporalmente.
El Congreso puede, como segunda opción, designar mediante legislación a un grupo distinto al Gabinete con el que el vicepresidente podría unir fuerzas para declarar al presidente no apto para servir. Durante el último Congreso, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, presentó un proyecto de ley para crear un órgano del Congreso con este propósito, pero la idea no prosperó.
El proyecto fue presentado en octubre después de que el presidente diese positivo en COVID-19. Se habría establecido un proceso para darle al Congreso la palabra para destituir al presidente de su cargo bajo la enmienda 25 de la Constitución, si la mayoría de los miembros del gabinete y el vicepresidente lo hubieran considerado incapaz de cumplir con sus obligaciones.
¿Qué podría hacer Trump?
Si el presidente en ejercicio disputa el proceso con una carta al Congreso, dos tercios de la Cámara y del Senado deben votar para colocar al vicepresidente a cargo.
El actual vicepresidente, Mike Pence, y el gabinete tendrían cuatro días para dirimir la cuestión con el presidente en funciones, después de lo cual el Congreso debería votar. Una mayoría de dos tercios —generalmente 67 senadores y 290 miembros de la Cámara— podrían destituir al presidente de su cargo.
¿Qué piensa Pence?
Pence nunca ha manifestado que cuestione la capacidad de Trump de ser presidente, y calificó «cualquier sugerencia» de activar dicha enmienda de «absurda» en 2019.
Sin embargo, el propio Trump reprendió a Pence el 6 de enero después de que este se negase a violar la ley y usar su posición constitucional como presidente del Senado para impedir que una sesión conjunta del Congreso certificara el recuento de votos del Colegio Electoral a favor del presidente electo, Joe Biden.
«Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución», tuiteó Trump en una publicación el miércoles por la noche y posteriormente eliminada por Twitter.
El asalto al Capitolio de los trumpistas podría convertirse en la primera contingencia en la historia de EEUU que requiriese aplicar la enmienda 25.