Por Samuel Fernández Illanes | Trump se va

Concluye la administración en plena polémica, y frente a un segundo e inédito “impeachment”. Podía decidirlo el Senado antes de asumir Biden, lo que no ocurrió, o después, con nuevas mayorías, inhabilitar su reelección el 2024, y activar otros juicios. Su mandato no ha sido habitual. Sacudió la predecible alternancia entre políticos Republicanos y Demócratas, creando anticuerpos, y enemigos poderosos que no le perdonaron nada, ni los aciertos. Personalizó su administración y advirtió al mundo que “América estaba primero”, practicándolo. Con arrogancia y sin mesura, desafió a todos, imponiendo el poderío norteamericano, sin dejar alternativas. Cualquier apoyo quedó supeditado a su voluntad, o era un adversario.

No aceptó la derrota e intentó deslegitimar a su vencedor, sin ganar ninguna instancia institucional. Procuró una relación directa con el electorado incitando a forzar su triunfo, basado en casi 75 millones de votos. Sin embargo, sobrepasó los límites y hoy vuelve a ser juzgado. Acaparó titulares de prensa en todo el mundo, por excentricidades o por logros, que podrían quedar relegados. Desarrolló una diplomacia agresiva mediante tuits, según su ánimo ocasional. Una nueva modalidad que desplazó a la diplomacia tradicional, relegada a paliar los exabruptos. Cosechó grandes odios que ahora lo acechan.

Muy pronto para hacer un balance objetivo, y el desafío ahora es de Biden. Trump sólo logro moderar sin contener a potencias como China y Rusia, ni a tampoco a Irán, Turquía, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua, y varios más que aumentaron su poderío interno y exterior, y no piensan abandonarlo. Son temas candentes para Joe Biden, y otra cosa es resolverlos desde la Casa Blanca. Dependerá de sus resultados. Trump, seguramente procurará confrontarlo.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Samuel Fernández Illanes – Abogado. Docente de la Facultad Jurídica y Sociales de la Universidad Central. Se desempeñó -entre 1998 y 2007- como Representante Permanente de Chile ante la UNESCO en París, Embajador en Egipto, concurrente en Túnez y Qatar, Embajador Observador ante la Liga de Estados Árabes, y Embajador Cónsul General en Miami. La primera gran experiencia dentro del Servicio Exterior de Carrera del doctor Fernández Illanes, data de 1971 a 1972 cuando fungió como Tercer Secretario de la Embajada de Chile en Francia, y durante sus ratos libres hacía labores de secretario particular de Neruda transcribiendo las memorias Confieso que he vivido; la confianza entre ambos llegó al punto que el poeta le autorizó “falsificar” su firma en los oficios diplomáticos.