Los científicos encontraron una nueva pista que podría ayudar a resolver el misterio de una estrella que periódicamente oscurece de forma extraña. Se trata de la KIC 8462852, también conocida por una supuesta ‘megaestructura alienígena’ que podría estar cerca de ella.
Desde el descubrimiento realizado por la astrónoma Tabetha Boyajian en el 2015, la estrella ha dejado perplejos a los expertos. Es una enana amarillenta situada a 1.470 años luz de distancia que sigue oscureciendo irregularmente y nadie está seguro de por qué.
Sin embargo, los astrónomos están cerca de la solución del problema. La KIC 8462852 parece tener una compañera binaria que podría estar contribuyendo a sus irregulares disminuciones de brillo. Si se confirma con observaciones más detalladas, la recién descubierta estrella podría ayudar a resolver finalmente el misterio. El hallazgo fue publicado en la revista The Astrophysical Journal.
Algunos de los descensos de la luz estelar han llegado hasta el 22%. Este comportamiento descarta que se trate de algún planeta; cuando un exoplaneta pasa entre una estrella y la Tierra en su órbita, disminuye el brillo de la estrella solo el 1% o menos a intervalos regulares.
Además, cuando la estrella se oscurece, algunas longitudes de onda se bloquean más que otras. Eso descarta un objeto sólido (como una megaestructura alienígena, como se propuso en 2016), que bloquearía todas las longitudes de onda por igual.
Hasta ahora, la explicación más probable parece ser el polvo y los escombros en combinación con las variaciones normales de brillo de la propia estrella. La presencia de una estrella binaria compañera en una órbita amplia podría ayudar a explicar la presencia de todo este material proporcionando perturbaciones gravitatorias adicionales.
Desde el 2016, un equipo de astrónomos dirigido por Logan Pearce de la Universidad de Arizona ha estado tratando de confirmar la posible conexión de una estrella cercana con el KIC 8462852. Las dos estrellas están separadas por una distancia de 880 unidades astronómicas —880 veces la distancia media entre la Tierra y el Sol—.
La estrella de Boyajian, o KIC 8462852 A, es la estrella más grande, con alrededor de 1,36 veces la masa y 1,5 veces el tamaño del Sol. Su compañera, KIC 8462852 B, es una estrella enana roja de alrededor de 0,44 veces la masa y 0,45 veces el tamaño del Sol.
En una órbita tan amplia, es poco probable que el KIC 8462852 B tenga algún efecto directo en el brillo del KIC 8462852 A. Pero aún así podría jugar un papel en las misteriosas fluctuaciones de la estrella mayor, creen los investigadores liderados por Pearce.
«El compañero binario puede influir en la evolución a largo plazo del sistema», escribieron en su artículo.
El reciente descubrimiento de que las estrellas binarias muy espaciadas pueden ser forzadas por fuerzas gravitatorias mayores a acercarse a su centro de masa mutuo varias veces apoya esta teoría. Este fenómeno podría acabar provocando la ruptura de planetas y otros cuerpos pequeños en órbita, donde se estiran y desgarran por las interacciones gravitatorias, dando lugar a nubes de escombros.