SANTIAGO – Los resultados de la Sexta Encuesta de Micro emprendimiento (Ministerio de Economía Fomento y Turismo, 2020) llama la atención el hecho que, de los 2.057.903 de micro emprendedores de nuestro país, el 53,1% realiza su actividad económica con un alto nivel de informalidad.
Lo anterior, implica que más de la mitad de los micro emprendedores de Chile no ha iniciado actividades ante el Servicio de Impuesto Internos y no ha constituido una persona jurídica para el desarrollo de su negocio.
Principales causas
Entre las razones expuestas en la encuesta, una de las que presenta mayor ocurrencia (20,9%) es la relacionada a que las personas, consideran que “el registro no es esencial para el funcionamiento del negocio”.
Respecto a lo anterior, Gloria Herrera, Docente del Diplomado en Emprendimiento y creación de Empresas de Unegocios FEN U. de Chile menciona que, esta idea es totalmente errónea, debido a que, cualquier actividad económica de carácter lucrativo requiere operar con los estándares básicos de formalidad, brindando un entorno y un espacio de desarrollo más estable al micro emprendedor y a quienes potencialmente pueden ser sus consumidores.
Además, la docente refuerza su idea, respecto a los eventos que han ocurrido en Chile en los últimos meses, donde las actividades económicas que sufrieron fuertemente el impacto de los períodos de toque de queda y de confinamiento, han sido las actividades de los micro emprendedores que hasta la llegada del COVID-19 a Chile operaban en la informalidad.
Consecuencias de la informalidad
Dentro de las principales consecuencias, la experta Unegocios explica: “aquellos que no declaren sus impuestos, no pueden optar a los permisos para circular en días de cuarentena. Así de sencillo, sin la constitución de una persona jurídica simplemente no pueden acreditar la existencia de su negocio y solo pueden acceder a los permisos en calidad de persona natural, con las consecuentes restricciones que ello implica”.
“Asimismo, el micro emprendedor informal asume a consecuencia de su inactividad, una posición de desventaja al momento de poder optar a subsidios o beneficios que efectivamente resulten una contribución al desarrollo de su negocio. Si bien es cierto, existen instancias que otorgan apoyo a los emprendedores informales, estas no cuentan con los recursos suficientes para poder llegar a todos quienes lo requieran” concluye.
Desafío para las instituciones públicas
Bajo este contexto, Gloria Herrera comenta que, cobra importancia el rol de la educación que las instituciones públicas deben tener para informar a todos aquellos que desarrollen una actividad económica, independiente de la magnitud del negocio.
De esta forma, la formalización del micro emprendimiento puede considerarse más que el cumplimiento de la legislación vigente, sino que también, permite asentar la actividad lucrativa del emprendedor sobre pilares sólidos que le garanticen un incremento en sus ingresos, es por esto, que sin lugar a dudas el llamado a la formalización de los micro emprendedores no puede quedar solo en una declaración de principios, sino que requiere de acciones y medidas que contribuyan al logro del objetivo.