SANTIAGO – Por primera vez en la historia de nuestro país, la ciudadanía podrá participar activamente del proceso de redacción de la nueva Constitución Política de la República, un proceso que iniciará su etapa práctica este 10 y 11 de abril con la elección de los integrantes de la Convención Constitucional. Claudia Heiss y María Cristina Escudero, académicas del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile (INAP), explican el sistema, cómo serán elegidos las y los constituyentes y la forma en que operará la paridad de género y los cupos reservados para pueblos originarios.
A medida que se acerca el fin de semana del 10 y 11 de abril -en medio de un fuerte alza de los casos positivos por COVID-19 en el país- aumentan las interrogantes sobre cómo funcionará el sistema de voto y conformación de la futura Convención Constitucional, organismo que redactará la nueva Constitución Política de la República.
Serán 155 personas en total que durante nueve meses -prorrogables por tres más en caso de ser necesario- trabajarán para establecer los acuerdos que darán forma a la nueva Carta Magna, documento que será refrendado en un Plebiscito el año 2022 para que la ciudadanía la apruebe o rechace. En esta oportunidad, el país será dividido en 28 distritos (los mismos que en las elecciones de diputados) con un sistema proporcional y se han agregado una serie de “acciones positivas” para que exista paridad entre hombres y mujeres. Además, se han reservado 17 escaños para representantes de los pueblos originarios.
Cómo funcionará el voto con tantas listas, de qué manera funciona el sistema D’Hont a la hora de determinar quién integrará el órgano, cómo se elegirán las y los representantes de pueblos indígenas y de qué manera se determinará la paridad de género en su composición son algunas de las preguntas ciudadanas de cara a esta crucial e histórica elección. Claudia Heiss y María Cristina Escudero, académicas del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile y ex integrantes de la Mesa Técnica Constituyente responden a estas inquietudes.
Sistema D’Hondt
La elección de los integrantes de la Convención Constitucional se realizará aplicando el “Sistema D’Hondt”, que -según explica la profesora Heiss- establece una cifra repartidora para mantener la proporcionalidad del voto, tratando así de disminuir la distorsión producida al convertir los votos en escaños.
“No existe ningún sistema electoral que pueda hacer este cambio sin algún tipo de distorsión. En los sistemas mayoritarios, donde se elige a una persona por circunscripción, esta es mayor, y en los proporcionales se busca que la configuración política que resulte del sistema electoral se parezca más a la existente en la sociedad”, remarcó.
De esta forma, la académica hizo hincapié en que la cifra repartidora busca que la proporción de personas que integren la Convención sea lo más parecida a la representatividad de esas ideas políticas en la sociedad, por lo que aseguró que “creo que ha habido una desinformación muy grande sobre el sistema D’Hondt”.
Puedes ver el funcionamiento del sistema D’Hondt en la siguiente gráfica:
Voto indígena y paridad de género
La inclusión del voto indígena viene a intentar saldar una deuda histórica en la representatividad de los pueblos. De esta forma, los 17 escaños reservados se dividen entre las diferentes etnias. Así, los mapuches tienen siete cupos y los aymaras dos. Por su parte, los pueblos rapanui, quechua, atacameños, diaguitas, collas, kawéskar, yaganes y changos, tienen un escaño cada uno.
Para realizar esta votación, se confeccionarán votos distintos para cada pueblo y podrán hacer uso de esta cédula quienes se encuentren en la nómina publicada por el SERVEL, documento que los identifica como indígenas. De esta forma, los electores de pueblos originarios, al igual que los otros, tendrán derecho a un solo voto y este podrá ser por el candidato o candidata de su pueblo originario, o por los convencionales generales.
Respecto a la paridad de género, la profesora Escudero señaló que “lo que ocurre es que, al final de la repartición de escaños, se ve si se ha producido o no la paridad. Si no se ha producido la paridad, se reemplaza dentro de la misma lista, es decir, no se alteran las preferencias ideológicas de los votantes, solo se reemplaza por el género que falta y que le sigue en votación”.
Una vez definidos los escaños y en su primera sesión, la Convención deberá elegir a un Presidente y a un Vicepresidente por la mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio. En este acto, además, se debe establecer el reglamento interno para comenzar el funcionamiento, el cual se definirá por los dos tercios de los miembros.
¿Voto útil en la elección?
En un contexto marcado por la proliferación de listas y propuestas, algunas personas se han preguntado por la posibilidad de realizar un “voto útil” que permita “maximizar” el efecto de sus votos. Consultada al respecto, la profesora Escudero explicó que para que se pudiera producir un fenómeno de ese tipo se debe tener “un votante o una votante muy informada, es decir, tiene que comprender cómo funciona el sistema electoral, es decir, que es por lista y en qué consiste eso”.
En este sentido, remarcó que no se trata del candidato o candidata más votado sino que los más votados dentro de la lista con más preferencias, comprendiendo además las plataformas con las cuales están compitiendo las diferentes opciones presentadas.
“Los votantes más informados tienden más a tener ese voto útil, a cambiar sus preferencias de acuerdo a lo que va a producir mejores resultados para conseguir sus fines. Pero los menos informados van a tender a votar por el candidato, sin las consideraciones de normas electorales a la vista, entonces van a pensar de que porque un candidato tiene más votos va a salir electo, lo que no necesariamente es cierto”, remarcó.