SANTIAGO – Las brechas de género en el mundo laboral han estado presentes a lo largo de toda nuestra historia, sin embargo, la crisis sanitaria que actualmente estamos viviendo ha agudizado esta situación, llegando de esta forma a condiciones dramáticas.
Según un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la participación laboral femenina en Chile bajó a un 46,3%, esta cifra es la más baja que se registra desde el año 2000, borrando todos los esfuerzos realizados de estos últimos 10 años incorporando mujeres al mundo laboral
Principales causas
Carla Rojas, Directora del Diplomado en Perspectiva de Género para la Gestión de las Organizaciones de Unegocios FEN U Chile, manifestó que, algunas de las principales causas que explican esta baja participación por parte de las mujeres, tiene relación con todas las discriminaciones directas e indirectas que sufren en el mercado laboral y que generalmente se pasan por alto.
“Otra dificultad es el cuidado de terceras personas, ya que la pandemia y el teletrabajo han evidenciado que las mujeres tienen una doble jornada laboral trabajando al cuidado de niños o incluso adultos mayores, sumándose además las labores domésticas” afirma.
Respecto a lo anterior, la docente, comenta que, una segunda causa es la brecha salarial. Según la encuesta suplementaria de ingresos (2018), revela que la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres es del 27,2%, es decir, las mujeres ganan un 27,2% menos que los hombres, lo que genera un gran impacto en el empobrecimiento femenino. Incluso, según un estudio de la OCDE, Chile es el 5° país en el mundo con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres.
Un tercer punto explicado por Carla, es la discriminación vertical que tiene un impacto en la baja participación de mujeres en cargos gerenciales, donde solo el 10% de los puestos en directorios de grandes empresas corresponden a mujeres.
La experta de Unegocios expone que un cuarto punto, es la cultura organizacional machista y el acoso sexual presentes como una causa de discriminación principalmente hacia las mujeres.
Lo anterior, debido a que, hasta septiembre del 2020, se llevaban 380 denuncias ante la dirección del trabajo, además, el 50% de las mujeres entre 18 y 26 años ha sufrido acoso laboral y en el ámbito educativo, un 41,4% de las mujeres ha sido víctima de acoso sexual.
¿Cómo superar el desafío?
Carla Rojas, argumenta que, las organizaciones deben generar planes de conciliación, es decir, vida familiar y personal, además de contar con beneficios en la lógica de la corresponsabilidad parental. Además, destaca que las organizaciones deben regular esta desigualdad y establecer planes de acción para disminuirla.
Por último, concluye que estas cifras presentan tremendo desafío para la equidad de género dentro de las organizaciones, en donde las formaciones académicas o de capacitación son necesarias para ser agentes de cambio preparados y preparadas, puesto que revertir esta situación es tarea de todos.