SANTIAGO – Desde el viernes 23 de abril, en la Cárcel Santiago 1, varios módulos se encuentran sin suministro de agua, revelan en un video una serie de presos de la revuelta, que se encuentran en prisión preventiva hace meses, en la mayoría de los casos sin pruebas contundentes en su contra.
Sin agua durante el día y solo por un par de horas durante la noche, deja a estas personas sin la posibilidad de beber agua, y además se acumula la orina en los urinarios comunes, y las deposiciones en los inodoros. Considerando estas condiciones sanitarias, en plena pandemia, es que varios jóvenes presos de la revuelta decidieron grabar un video, con el fin de visibilizar la crítica situación que están viviendo al interior del penal.
Es de vital importancia que este tipo de situaciones sean fiscalizadas por personal especializado en Derechos Humanos, observadores nacionales e internacionales, que puedan constatar el estado de las personas que se encuentran privadas de libertad, y las que están allí en prisión preventiva.
Estas son las condiciones en las que se encuentran los jóvenes al interior del penal, en su mayoría acusados por porte, lanzamiento o elaboración de bombas molotov, en muchos casos las personas que fueron formalizadas declaran haber sido cargados con artefactos incendiarios. Después de constatar que en la mayoría de los casos la prueba de hidrocarburos daba como resultado: negativo, lo cual descarta la presencia de combustible en las manos y la ropa de las personas investigadas, resultados que han sido entregados con demora de meses, lo cual alarga las prisiones preventivas.
A esto se suma que en ningún caso se han entregado videos que prueben el lanzamiento o preparación de estos artefactos, ya que al solicitar las cámaras de control de tránsito, los efectivos policiales se excusaron, en muchos casos, argumentando que no tenían acceso a los registros o que habían sido borrados, y cuando se les solicitó el registro de las cámaras personales que deben portar por protocolo, la mayoría señaló que en ese momento se encontraban sin batería, dejando un vacío probatorio, por lo que después de un año o más de prisión preventiva, en la mayoría de los casos, las personas son absueltas por falta de pruebas.
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Detrás de La Razón – Unidad de investigación / Diario La Razón.
