SANTIAGO – Los académicos del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Nicolo Gligo, Premio Nacional de Medio Ambiente 2001, y César Morales entregaron proyecciones sobre la desertificación y degradación ambiental que sufrirá nuestro país. A partir de este trabajo, plantearon la necesidad de proteger los recursos naturales mientras se transita a un sistema «menos insustentable».
Más de 200 investigadores, estudiantes, profesores y activistas participaron este jueves 6 de mayo en la primera sesión del foro «La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, y el caso de Chile», organizado por el Centro de Análisis en Políticas Públicas (CAPP) del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, con apoyo de otras nueve casas de estudios de diferentes regiones del país.
El encuentro, inaugurado por el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, y el director del INAP, Hugo Frühling, planteó un mensaje de alerta sobre los cambios en el modelo de desarrollo que se requieren en América Latina, dada su intensa actividad exportadora de materias primas. Además, se profundizó en el deterioro ambiental que ha ocurrido en Chile en los últimos años.
Frente a la existencia de datos que pronostican una serie de daños generados por la crisis climática, el Rector Vivaldi llamó la atención sobre la necesidad de generar políticas «que anticipen los problemas y nos hagan trabajar en conjunto», con la conciencia de que nuestras acciones tienen impacto colectivo. «Por ejemplo, una campaña de vacunación no es para proteger al individuo vacunado, sino para erradicar un virus a nivel de población. La persona a la que le duele la cabeza y no quiere tomar un analgésico está en todo su derecho de no hacerlo, pero la persona que no se quiere vacunar incide en su entorno», explicó la autoridad universitaria.
En ese sentido, planteó que las respuestas al cambio climático deben ser transdisciplinares. «Para la complejidad de los problemas actuales, la posibilidad de enfrentarlos desde una sola disciplina se acabó. Se requiere crear algo nuevo. Los problemas de agua, de energía, de sustentabilidad, no pueden ser resueltos por una sola disciplina«, sostuvo.
Cambios en el modelo de desarrollo
En su exposición, el profesor Nicolo Gligo, Premio Nacional del Medio Ambiente 2001, aseguró que «en el esquema de división internacional del trabajo, a Latinoamérica se le ha asignado el rol de proveedor de materias primas«. En esta línea, planteó que «la presión por integrarse al capitalismo globalizado lleva a América Latina a explotar sus recursos naturales, nos reducimos, nos achicamos, nos vamos deteriorando cada vez más», afirmó.
De esta forma, señaló, la región no debe tener las mismas prioridades que los países más desarrollados en temas como la reducción de las emisiones de carbono. «El problema de llegar al carbono cero apunta a la sobrevivencia del mundo, pero los países de América Latina contribuyen muy poco a estas emisiones, por lo que no podemos fijarlo como pauta prioritaria«, aseguró.
Por eso, el profesor Gligo señaló que es necesario hacer un cambio en el modelo de desarrollo hacia uno «menos insustentable», pero que también «hay que descartar utopías irrealizables». «El problema son las leyes y la fiscalización. El diagnóstico en Chile es muy claro: se sabe de sobra cómo no eliminar los bosques nativos, cómo conservar el suelo, cómo cuidar los recursos marinos, pero los árboles se siguen cortando, los suelos se siguen contaminando y las especies marinas se siguen sobreexplotando», planteó.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, advirtió por su parte que producto de la pandemia los presupuestos ambientales en América Latina se han reducido, en aspectos como investigación y desarrollo. «Esto es grave. Estamos en una región rica en biodiversidad que, pese a sus esfuerzos, es testigo de cómo el deterioro de sus recursos naturales avanza inexorablemente. Enfrentamos una pandemia en las sombras: el silente deterioro ambiental y ecológico» aseguró.
«Estamos frente a un verdadero cambio de época que nos plantea la urgencia de cambiar el modelo de desarrollo, un modelo extractivista, concentrador del ingreso y la riqueza y fundado en la cultura del privilegio», añadió la representante de la Cepal.
La degradación en Chile
El director del Instituto de Asuntos Públicos, Hugo Frühling, aseguró que «los problemas medioambientales son problemas humanos, pues nos afectarán directamente dentro de un corto plazo«. Al respecto, ejemplificó que «la dramática escasez de agua para uso doméstico en Petorca da cuenta de un daño que no sólo es atribuible a la crisis climática, sino también al modelo de desarrollo de nuestro país, que no ha incorporado con suficiente premura, fuerza y visión de futuro la necesaria protección del medio ambiente».
El investigador del CAPP César Morales, entregó también datos sobre la desertificación en Chile y la degradación de las tierras, entendida como la pérdida de productividad económica y biológica de los ecosistemas por factores como «la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego».
«Es catastrófico. Gran parte de la población de Chile vive en áreas afectadas severamente por la degradación. El principal riesgo para nuestro país es la persistente disminución de las precipitaciones en casi todas las comunas, riesgo que se incrementa significativamente a 2050. En 2070, la proyección es que sólo en tres comunas no disminuirán las precipitaciones», indicó.
La segunda sesión del foro La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe, y el caso de Chile analizará en detalle la pérdida de biodiversidad y recursos naturales en nuestro país. El encuentro se realizará el próximo jueves 13 de mayo, de 11.00 a 13.00 h., y es posible inscribirse aquí.
- El video completo de la primera sesión está disponible aquí.