El café se ha vendido como el mejor aliado para los hombres y mujeres madrugadores y el remedio perfecto para esas horas de sueño luego de comer. Sin embargo, no todas las personas logran disfrutar de estos beneficios. Por el contrario, a veces terminan más somnolientos tras tomar una taza de esta bebida.
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Hay factores propios de esta bebida que pueden llegar a causar un bajón de energía. Sin embargo, la razón podría no estar directamente relacionada con el grano. Hay factores propios de esta bebida que pueden llegar a causar un bajón de energía. Sin embargo, la razón podría no estar directamente relacionada con el grano del café, sino con los acompañantes.
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Aquí hay una lista de seis razones por las que el café podría dejarte con sueño.
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La cafeína es un antagonista de la adenosina
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La adenosina es una molécula que tiene como función iniciar varias reacciones bioquímicas para provocar la ralentización de las funciones neuronales, y así inducir el sueño. Sin embargo, la cafeína actúa como un antagonista de los receptores de la adenosina, lo que hace que el cerebro no la pueda procesar.
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Pero aquí es cuando viene lo curioso. Que el cerebro no la pueda procesar, no quiere decir que no se siga produciendo, por lo que, al desaparecer la cafeína, toda la adenosina que se acumuló se unirá a los receptores ahora libres en su cerebro y lo hará sentir más cansado.
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En exceso puede contribuir a la deshidratación
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El café es un diurético, por lo que estimula la producción y eliminación de orina. Sin embargo, si se toma en exceso, esta característica del café podría llegar a ser negativa.
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Si bebes más de cuatro tazas, es probable que vayas varias veces al baño, por lo que corres el riesgo de deshidratarte si no repones líquidos. A pesar de que este tipo de deshidratación no debería pasar a mayores, sí te hace sentir más cansado y somnoliento.
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Si esto es algo que te pase con frecuencia, debes tomar una mayor cantidad de agua, así como comer más frutas y verduras que contengan líquidos.
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Mejor solo si quieres mantenerte despierto
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Muchas veces lo que hace que el café con el paso de las horas nos produzca más sueño, es la sustancia con la que lo endulzamos, sea crema batida, miel o azúcar. Esto nos produciría una hipoglucemia, o como se conoce coloquialmente un bajón de azúcar.
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Esta afección, que puede afectar a cualquier persona, hace que los niveles de glucosa en la sangre disminuyan, por lo que puede sentir una falta de energía y cansancio. También puedes sentirte hambriento, irritable, ansioso, sudoroso e incluso mareado.
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Además, si eres de los que suele acompañar esa taza de café con un bocadillo dulce, como una galleta o un pequeño dulce, eres más propenso a sufrir de hipoglucemia.
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No es el café, es el moho que lo acompaña
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A nadie le gusta pensar que la comida que come o las bebidas que toman vienen acompañadas con otros organismos vivos, pero la realidad nos puede sorprender y esto es particularmente cierto para el café.
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Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH, en español), citado en el portal Early Birds, examinó 60 muestras de granos de café crudos sin tostar de Brasil.
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«Prácticamente todas las muestras (91,7%) estaban contaminadas con mohos», señaló el estudio.
Otra investigación encontró micotoxinas en las muestras en concentraciones que se consideraron «aceptables según los límites legales». Sin embargo, varios estudios han relacionado la exposición a las micotoxinas con la fatiga crónica, que hace que las personas se sientan cansadas incluso tras descansar y puedan experimentar problemas para dormir. Otros síntomas incluyen mareos y dificultad para pensar o concentrarse.
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La cafeína puede generar estrés
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La ingesta de cafeína duplica los niveles de epinefrina y cortisol, de acuerdo con un estudio de 2017. Estas hormonas son las responsables del estrés, que no es más que una reacción al cortisol, que le indica a nuestro cuerpo que se mantenga en alerta máxima en respuesta a un factor estresante percibido.
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Otro componente de la respuesta al estrés de nuestro cuerpo es la epinefrina, comúnmente conocida como adrenalina. A medida que viaja por el cuerpo, el corazón se acelera y respiramos más rápido para aumentar nuestro estado de alerta.
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Sin embargo, el estudio señala que la cafeína duplica los niveles de estas hormonas, independientemente de si el sujeto consume cafeína con regularidad o no. Esto significa que puedes sentirte estresado después de tomar café, incluso si es la misma cantidad que bebes todos los días. Tras la respuesta inicial al estrés, podrías pasar a tener somnolencia.
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Sin embargo, todas estas respuestas varían con cada persona y están relacionadas con factores como la alimentación, el ejercicio y las horas de descanso.
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Y tú, ¿eres de los que toma café o de los que sienten que es mejor pasar el letargo sin nada? ¡Escríbenos en los comentarios!