Los códigos QR son el medio más reciente utilizado por los estafadores. Si bien se trata de una herramienta para facilitar distintas operaciones, también se ha constatado un aumento de su uso para estafas y otras acciones ilícitas.
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Recientemente en Argentina, cuando un usuario de Bitcoin realizó una transacción mediante un broker (intermediario) con este tipo de códigos, se percató de que lo habían estafado. Sucedió que, tras direccionar los fondos usando un QR, este dejó una huella que puede rastrearse y que le facilitó al estafador acceder al saldo de su cuenta.
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Con las criptomonedas los usuarios están también expuestos debido a que las direcciones de Bitcoin por lo general se envían a través de estos códigos.
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¿Cómo funcionan las estafas con códigos QR?
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El código QR es una vía rápida y sencilla para obtener información. Simplemente el usuario mediante la cámara de su celular puede escanearlo y dirigirse a un sitio o enlace rápidamente.
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Cada vez más, las empresas y servicios utilizan esta modalidad en su operativa y permiten a sus clientes rastrear pedidos, visualizar menús en restaurantes e incluso ver los programas de obras de teatro.
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De igual forma, es posible concretar pagos mediante el uso de estos códigos, algo que tras la pandemia de COVID-19 y la necesidad del distanciamiento preventivo, tuvo gran aceptación.
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Dado que el usuario no tiene forma de predecir el contenido del código antes de escanearlo, se limita a confiar en la procedencia de este. Siempre hay riesgos en su uso y los estafadores suelen operar con diversas estrategias: desde direccionar a un sitio de phishing (método de engaño) donde se solicita el ingreso de contraseñas, hasta la descarga de aplicaciones maliciosas para robar información.
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4 recomendaciones para evitar las estafas por QR
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1. Identificar de dónde proviene el código. Si la fuente es sospechosa es recomendable no escanearlo. Si existe la posibilidad, es prudente consultar su veracidad con la empresa, servicio o persona que lo distribuyó.
2. Prestar atención a los enlaces. En caso de que el código se dirija a un enlace abreviado, es probable que este sea inseguro. Los enlaces cortos son más complejos de asociar con los sitios reales. Se recomienda acceder directamente.
3. Tener cautela con materiales publicitarios. Los estafadores se valen de publicidad para atrapar consumidores. Los anuncios, tanto en formato físico como digital pueden ser manipulados. Los usuarios deben prestar mayor atención a las señales de haber sido alterados.
4. Instalar una aplicación que identifique QR inseguros. El servicio puede advertir de contenido malicioso con anterioridad al ingreso del usuario.