SANTIAGO – Desde hace un tiempo hemos visto una gran cantidad de inmigrantes venezolanos llegar a Chile buscando mejores oportunidades de vida, trayendo de a poco a toda la familia y así poder quedarse de manera regular en nuestro país. Es por esto que en base a la potestad que tenía el ejecutivo para crear nuevas calidades de visas en virtud de la ley migratoria de 1975, crearon dos categorías de visas temporarias, siendo la de Reunificación Familiar para los ciudadanos haitianos y la de Responsabilidad Democrática para los venezolanos.
Este último tipo de visa consiste en otorgar un permiso de residencia especial a los ciudadanos venezolanos basados en el compromiso con la democracia y responsabilidad que Chile asumió, de ayudar a los ciudadanos venezolanos que estaban sufriendo un éxodo sin precedentes en la historia latinoamericana, derivado de la situación política, económica y social que los aqueja hasta el día de hoy. Es en esa razón que a partir de abril de 2018 entró en vigencia la posibilidad de solicitarla a todos aquellos venezolanos que quisieran venir a trabajar a Chile y que no poseyeran antecedentes penales, para luego solicitar una permanencia definitiva que los habilitará para trabajar y residir regularmente en nuestro país.
Ante esa situación, fueron miles los ciudadanos venezolanos que solicitaron la Visa de Responsabilidad Democrática (VRD) haciendo sus presentaciones antes el Sistema de Atención Consular (SAC) dispuesto por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, a través de los consulados de Chile en Caracas y en Puerto Ordaz, pudiendo ser beneficiados con la visa. Esta situación provocó que durante el 2018 fueran otorgadas con cierta «facilidad». No obstante, todo fue cambiando y para 2019 las cifras de solicitudes de este documento siguieron provocando demoras excesivas, lo que, sumado a la pandemia, produjo un cierre masivo de las solicitudes de VRD.
Esta situación provocó que muchos solicitantes se volcarán a las dependencias del Ministerio de Relaciones Exteriores en Santiago, donde el entonces director general Consular señaló que, se realizarán presentaciones sobre cada caso y que se analizarían dando prioridad a aquellos que significaban una reunificación familiar. Ante tal situación muchos padres, madres y cónyuges se apresuraron a realizar las presentaciones, provocando la interposición de recursos judiciales por el actuar arbitrario e ilegal del Ministerio de Relaciones Exteriores, al haber cerrado masivamente los procesos de solicitudes de visa sin razones justificadas y de forma general, lo que contraviene la normativa legal vigente en Chile.
«En enero de 2020 cambiaron y aumentaron los requisitos considerablemente, siendo al final un trámite muy difícil de realizar, y de pasar a ser una visa que tenía como objetivo ayudar a los ciudadanos venezolanos sin mayores requisitos que no poseer antecedentes penales a una visa casi imposible de obtener, imponiendo requisitos que nada tienen que ver con el origen de la misma y todo esto sin cambiar el nombre y transformando en una Visa llena de requisitos que después no es aprobada», comenta María Soledad Torres, especialista en temas migratorios y directora del estudio de abogados Legal Global Chile.
Agrega que: «Los rechazos permanentes, el cierre masivo en 2020 de las solicitudes de la Visa de Responsabilidad Democrática y el cierre de los Consulados en Venezuela debido a la pandemia, han generado que en muchas ocasiones la desesperanza de familias haya hecho que niños, niñas y adolescentes, cónyuges, mayores de edad hayan visto sus familias separadas y se hayan aventurado a un ingreso irregular a Chile. Por lo que el reciente comunicado del Consulado de Chile en Caracas genera una gran confusión entre los usuarios ya que se señala que desde el 8 de octubre se comenzarán a agendar citas a todas las personas con trámites de reunificación familiar solicitados, no quedando claro a qué trámite se refiere. Por lo que nuevamente la falta de información o bien información confusa genera desazón y seguirá pese a supuestos anuncios positivos».
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