La Fiscalía General de la República de México (FGR) obtuvo siete órdenes de aprehensión por la operación ‘Rápido y Furioso’, un programa implementado por el gobierno de Estados Unidos para vender armas a compradores ilegales con el fin de localizar a líderes de grupos criminales.
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A través de un comunicado de prensa, la FGR detalló que un juez de control liberó órdenes de aprehensión en contra de Joaquín El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, y dos colaboradores del expresidente Felipe Calderón, el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el excoordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito, Luis Cárdenas Palomino.
#FGRInforma | Se obtuvieron órdenes de aprehensión en contra de siete personas por su participación en el caso #RápidoyFurioso. La #FEMDO estableció la presunta responsabilidad de Joaquín “G”, Genaro “G”, así como Luis “C”.
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— FGR México (@FGRMexico) January 9, 2022
Guzmán Loera actualmente se encuentra preso en una prisión de máxima seguridad en Colorado cumpliendo una condena por tráfico de drogas; Cárdenas Palomino obtuvo auto de formal prisión por el delito de tortura contra miembros de la banda de Los Zodiacos, por lo que se encuentra preso en el penal del Altiplano, en el Estado de México, y García Luna está en espera de que se llevé un juicio en su contra de EEUU acusado de proteger y conspirar en favor del Cártel de Sinaloa.
La fiscalía se reservó el nombre del resto de las personas que estarían siendo investigadas por las autoridades mexicanas, ya que aún se encuentran prófugos de la justicia.
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¿Qué fue ‘Rápido y Furioso’?
Rápido y Furioso es un programa de la administración del presidente de EEUU Barack Obama con el cual se ingresaron ilegalmente a México más de 2.500 armas de fuego que serían rastreadas tras ser vendidas a organizaciones criminales.
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El programa a cargo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) tuvo como saldo el asesinato de dos agentes, uno fronterizo y uno aduanal, precisamente con armas usadas en este operativo.
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En 2011, el entonces Felipe Calderón interpuso una queja ante Washington por el homicidio de los agentes y para denunciar la implementación de Rápido y Furioso, programa del que el gobierno mexicano dijo no tener conocimiento.
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