LA PAZ — Bolivia advirtió que su aparato productivo y en especial su comercio exterior están siendo afectados gravemente por la semiparalización del transporte carretero hacia los puertos del norte de Chile, causada por exigencias de bioseguridad por la pandemia de COVID-19 en los principales pasos fronterizos.
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El atasco fronterizo «afecta en general a todo el aparato productivo boliviano; gran parte de nuestro comercio exterior entra y sale por la vía Tambo Quemado-Arica y nos está afectando a todos los bolivianos», dijo en conferencia de prensa el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco.
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El conflicto, que se inició en diciembre y pareció ser resuelto con un acuerdo provisional, se agravó desde la semana pasada por una disminución de la capacidad de los servicios de sanidad chilenos en la frontera, que dio lugar a largas filas de camiones retenidos en medio del clima frío y lluvioso, señaló Blanco.
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El viceministro dijo, acompañado por dirigentes de las cámaras de transporte pesado, que solo en el lado boliviano del paso fronterizo de Tambo Quemado había al menos 1.500 camiones esperando en muchos casos hasta una semana ser admitidos en territorio chileno, con perjuicios de salud y económicos.
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«El comercio exterior está siendo gravemente afectado por estas medidas que se han asumido en Chile, por estos retrasos; esto también afecta a los transportistas, que sobreviven en condiciones inhumanas, sin acceso a servicios básicos ni a alimentación», lamentó Blanco.
Bolivia mueve anualmente al menos cuatro millones de toneladas por los puertos chilenos, según estadísticas del sector empresarial.
El viceministro explicó que el problema actual es que Chile tiene solo tres funcionarios sanitarios en la frontera de Tambo Quemado, que resultan insuficientes para tomar y analizar pruebas de COVID-19 a los hasta 400 camioneros bolivianos y sus ayudantes que tratan de pasar diariamente rumbo a los puertos.
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Informó que, en esta situación, La Paz planteó formalmente a Santiago la aplicación inmediata de un protocolo concertado de bioseguridad y ha ofrecido personal e insumos de diagnóstico para reforzar el sistema fronterizo chileno de detección de COVID-19.
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Con la ampliación de la capacidad de diagnóstico en los dos pasos altiplánicos principales, Tambo Quemado y Pisiga, las actuales aglomeraciones de millares de camiones bolivianos en esos puntos podrían desaparecer en dos o tres días, aseguró.
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«Estamos seguros de que a través de la coordinación vamos a poder luchar de manera mucho más efectiva contra el COVID sin obstaculizar el derecho que tiene Bolivia de poder transitar hacia puertos chilenos», dijo el viceministro.
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Adicionalmente, Bolivia ha planteado la reapertura del antiguo paso fronterizo de Charaña, indicó.
Blanco añadió que de esa manera Bolivia ejercería de modo más efectivo su derecho a libre tránsito rumbo al océano Pacífico establecido en un tratado bilateral.
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