Ha ha dejado esta dimensión terrena, habiéndose ganado un sitial en la historia de los pueblos, por su integridad y consecuencia.
A los 11 años nos conocimos en el Colegio Experimental Rubén Castro (1961-1966). Fue siempre brillante. Multifacético, gran deportista. Estudió Ingeniería Química en la Universidad Técnica Federico Santa María. Fue militante del MAPU y, durante el gobierno popular, tuvo a su cargo la Compañía de Gas de Valparaíso. El día del golpe, ese 11 de septiembre de 1973 fue detenido con saña por efectivos de la Armada de Chile. Fue torturado, encarcelado, exiliado por defender y participar en el proyecto soberano de Salvador Allende.
Persistió en su lucha por Verdad, Justicia y Reparación, se enfrentó contra la impunidad, fue dirigente de la Agrupación de Ex Presos Políticos. Presidió AQUSA, Agrupación de Querellantes Salvador Allende, que agrupó a víctimas acreditadas por la Comisión Valech, luchando para lograr Justicia para víctimas de la dictadura. 48 años después de su detención y torturas, el Magistrado Arancibia procesó y condenó, el año 2021, a 8 ex funcionarios de la Armada que participaron en esa deleznable y criminal detención ilegítima, pero que, por su edad, cumplieron con detención domiciliaria. Como tantas víctimas sufrió la solución biológica que el sistema ha aplicado a los viejos sobrevivientes.
Pero la bestia debilitó su cuerpo, mas no su espíritu de lucha ni su convicción revolucionaria. Nunca bajó los brazos y como Presidente de la Mesa Coordinadora de los DDHH de Valparaíso mantuvo siempre una voz crítica y consecuente con sus ideales, en los que nunca claudicó.
En los últimos años se suma a la explosión social de octubre, en sus publicaciones periódicas va dejando una palabra crítica y desconfiada de la clase política. En los 50 años del aniversario del triunfo de la Unidad Popular levanta una mirada aguda a sus causas profundas, tratando de comunicar esa experiencia a las nuevas generaciones. La Mesa que dirige publica un Manifiesto Constitucional resumiendo los principios de una democracia profunda y una soberanía efectiva. También se hace parte e impulsa la propuesta de una Defensoría Constitucional de los Pueblos y la Naturaleza, junto a la Agrupación de MUZOSARE, Mujeres de Zonas de Sacrificio en Resistencia. Esa propuesta es respaldada por 21 organizaciones sociales y logra el patrocinio de 9 convencionales. Héctor Cataldo no alcanzará a ver plasmadas sus ideas en la nueva constitución, pero quedará el registro de su lucha en los jóvenes que conocieron de su trayectoria y consecuencia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Hernán Narbona Véliz – Periodista. Administrador Público, Secretario Mesa Coordinadora DDHH Valparaíso, Corresponsal Diario La Razón / Región de Valparaíso, Chile.