Objetivo: la infraestructura militar, así es la segunda fase de la operación especial en Ucrania

Las FFAA rusas han lanzado la segunda fase de la operación especial de desmilitarización y desnazificación en Ucrania. Los ataques de alta precisión con sistemas de misiles y aviones de combate ahora pondrán como objetivo principal a las instalaciones militares e industriales de importancia estratégica para las fuerzas de Kiev.
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Durante la primera fase de la operación especial en Ucrania, el principal objetivo de las FFAA rusas eran los puestos de mando y control, así como las posiciones y ubicaciones de las tropas nacionalistas ucranianas y sus instalaciones de defensa aérea.
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Así lo señaló el experto militar Vladislav Shuriguin al medio ruso Izvestia, indicando que la segunda etapa de la operación rusa estará centrada en eliminar el potencial militar de Ucrania como los depósitos de combustible y municiones, además de complejos militares-industriales donde se reparan los equipos bélicos de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
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«Ahora los ataques se llevan a cabo contra todos los objetos importantes de la construcción militar de Ucrania. Se trata de almacenes, bases de almacenamiento de materiales e instalaciones de combustibles y lubricantes. También se están destruyendo instalaciones de producción que pueden utilizarse para reconstruir equipos militares», explicó el experto militar.
Según Vladislav Shuriguin, la destrucción de estas instalaciones tiene consecuencias de gran alcance, por lo que las formaciones armadas ucranianas estarán privadas de los suministros necesarios y no podrán restablecer su potencial militar ni siquiera tras el fin de las hostilidades.
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Todos los días, el Ministerio de Defensa ruso informa de manera pública sobre los avances de la operación especial en Ucrania, la situación humanitaria en las zonas que han sido liberadas por los militares rusos, así como el registro que se lleva sobre los crímenes cometidos por los ultranacionalistas de las Fuerzas de Ucrania.
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En los últimos días, Rusia ha empleado el sistema Iskander, el misil hipersónico Kinzhal, los aviones de ataque Su-25, entre otros equipos para destruir bases militares, sistemas de defensa antiaéreos, depósitos de municiones y polígonos de entrenamiento militar de las Fuerzas de Ucrania.
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Desde el inicio de la operación especial, el Ministerio de Defensa de Rusia ha aclarado que los ataques militares no están dirigidos contra la población civil y que su único objetivo es inutilizar la infraestructura bélica en el territorio ucraniano.