El canal de televisión canadiense ‘CTV’ asegura haber encontrado nuevas pruebas de que instructores militares canadienses estaban entrenando a neonazis ucranianos.
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Esta no es la primera vez que se informa sobre estos entrenamientos. Anteriormente, Radio-Canada, citando documentos y fotos, había informado de que el país había entrenado a representantes del regimiento neonazi Azov* como parte de la misión conjunta de entrenamiento de las fuerzas armadas canadienses y ucranianas llamada Unifier en Ucrania.
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El ministerio de Defensa canadiense negó haber entrenado a los combatientes de Azov, pero al mismo tiempo un portavoz admitió que el personal de la misión de entrenamiento no controlaba la selección de las personas que se entrenaban y que Ucrania era responsable de ello.
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Ahora, según un informe de CTV, un portavoz de Azov dijo que el regimiento como unidad no había recibido formación de Unifier. Con ello, el representante del regimiento no respondió si dicha formación fue proporcionada a los miembros individuales de Azov.
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Mientras tanto, el propio canal de televisión consiguió encontrar pruebas en las redes sociales de que los combatientes de Azov estaban entrenando con instructores canadienses. Se trata de una foto en el perfil del miembro de Azov Kiril Berkal, informan desde la cadena, añadiendo que en la cuenta también aparecen «símbolos nazis y otras opiniones extremistas».
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La unidad especial Azov de la Guardia Nacional de Ucrania se creó tras el golpe de Estado de 2014. Azov está formado por radicales con ideología racista y neonazi, e incluye no solo a los nacionales ucranianios, sino también mercenarios de otros países. Azov participó en la operación militar ucraniana en Donbás.
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En 2015, el Comité de Investigación ruso abrió una causa penal contra los combatientes de la unidad en virtud de los artículos «secuestro», «tortura» y «uso de medios y métodos de guerra prohibidos» del Código Penal ruso. Además, en febrero de 2022, el Comité de Investigación ruso informó de que había recibido «pruebas irrefutables» de que miembros de Azov, así como de la organización extremista ucraniana Sector Derecho*, habían cometido crueles crímenes contra civiles en Donbás. Ya durante la operación militar especial rusa, se supo que los combatientes de Azov, en particular, habían empleado los lanzacohetes múltiples Grad contra el asentamiento de Sartana, cerca de Mariúpol, mientras se retiraban.
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Rusia lanzó una operación militar en Ucrania el 24 de febrero. El presidente Vladímir Putin calificó su objetivo de «proteger a las personas que han sido sometidas a abusos, al genocidio del régimen de Kiev durante ocho años». Para ello, dijo, hay planes para «desmilitarizar y desnacionalizar Ucrania» y llevar a juicio a todos los criminales de guerra responsables de «sangrientos crímenes contra la población civil» en Donbás.
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Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, las Fuerzas Armadas están golpeando únicamente la infraestructura militar y las tropas ucranianas y, a partir del 25 de marzo, han completado las principales tareas de la primera etapa: reducir significativamente el potencial de combate de Ucrania. Los militares rusos dijeron que el objetivo principal es la liberación de Donbás.
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