La poliomielitis es una enfermedad infecciosa incurable y secuelante transmitida por el virus polio, cuya epidemia está controlada. En Chile está erradicada desde hace casi medio siglo gracias a un proceso de vacunación masiva implementado en 1961. Sin embargo, la detección de un caso en Estados Unidos y el aumento del número de niñas y niños no vacunados en los últimos años han encendido las alertas en nuestro país.
La poliomielitis es una enfermedad contagiosa y sin cura que deja con parálisis irreversible a quienes la sobreviven. Suena intimidante, pero la verdad es que esta patología está prácticamente erradicada en casi todo el mundo. Por eso llamó la atención hace unos días la confirmación de un caso de poliomielitis en Estados Unidos, específicamente en el Estado de Nueva York.
En Chile estamos libres de esta enfermedad desde hace 47 años. Además, existe una vacuna segura, un plan de vigilancia nacional de búsqueda activa del virus, y mientras todos los niños y niñas estén protegidos estaríamos fuera de peligro, afirman los especialistas. Advierten, sin embargo, que hoy el número de niñas y niños no vacunados ha aumentado a causa de la Pandemia, por lo que llaman a madres y padres a acudir a los centros de salud para regularizar la situación.
Para la Dra. Vivian Luchsinger, viróloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, la detección de un nuevo caso de poliomielitis es preocupante. «La aparición de un caso de polio es alarmante porque es una enfermedad erradicada. No es menor, un caso es una epidemia. Con la vacunación que existe no debería haber casos. Es preocupante porque una persona infectada puede contagiar a otras», dice la especialista en infecciones humanas por virus respiratorios y herpesvirus.
En 1975 se registraron los últimos dos casos de polio en nuestro país. En Chile estamos protegidos desde los 2 meses de edad con 4 dosis gracias al Plan Nacional de Inmunización (PNI). A nivel local, también contribuye la calidad de saneamiento ambiental que tenemos. «En Chile esta enfermedad está erradicada. Pero para que siga así es necesario vacunarse para estar protegidos, todos los niños y niñas deberían estar protegidos. Además, en nuestro país existe un sistema de vigilancia nacional para detectar cualquier caso de forma oportuna», agrega la Dra. Luchsinger, profesora asociada del Instituto de Ciencias Biomédicas de nuestro plantel.
Escenarios de riesgo
Sin embargo, si bien es cierto que la población chilena está inmunizada, los índices de vacunación infantil contra la polio han disminuido a causa de la Pandemia de COVID-19. En el 2021, las cifras oficiales muestran una cobertura de 84,3% a nivel nacional, siendo un 95% el óptimo. Este contexto ha provocado que muchos infantes se hayan saltado las dosis ante los confinamientos, advierte la investigadora. «El punto es que se sigan vacunando porque con la pandemia bajó la cobertura, entonces eso es un riesgo. Así que todos los niños y niñas que no han sido vacunados asistan rápidamente a vacunarse, para evitar las secuelas de esta enfermedad que es parálisis irreversible», sostiene.
Por su parte, el Dr. Antonio Rojas Carrillo, pediatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, señala que la detección de esta enfermedad en Estados Unidos no significa que estemos en riesgo. «Al parecer el caso estadounidense es a raíz del virus procedente de una vacuna (en algunos lugares aún se usa una vacuna oral con virus vivo atenuado que pudiese generar un cuadro similar al que se produce por una polio original, que se produce por virus salvaje. La realidad de polio circulando de forma endémica es casi inexistente y está reducida a países como Afganistán y Nigeria, pero no circula en forma libre», dice.
¿Cómo se dan estos contagios entonces? Pues ocurre que hay personas no vacunadas que viajan a países donde aún utilizan vacunas con virus vivo, donde los vacunados pueden transmitir la enfermedad a través de sus heces, por ejemplo. Y si el viajero tiene las defensas bajas puede contagiarse y generar la enfermedad, dice el Dr. Rojas.
«Chile fue pionero en implementar la vacunación masiva con la vacuna oral (OPV) que logró erradicar esta epidemia que producía brotes terribles en la década del 50 y 60. Había muchos niños menores de 5 años enfermos, algunos no sobrevivían a la parálisis de los músculos respiratorios, dejaban de respirar, otros quedaban con secuelas como no poder caminar. Afectaba a 10 niños por cada 100 mil personas cada año. Hasta que se instauró un proceso de vacunación masiva en 1961, con desarrollo local de vacunas, la vacuna oral con virus atenuado, que permitió un cambio epidemiológico notable. En 14 años se erradicó la circulación del virus», agrega el pediatra de la U. de Chile.
Desde el 2016, se cambió el esquema de vacunación por una vacuna inactivada (IPV). Esta es la clave, dice, para que la enfermedad siga erradicada del planeta, «Con tantos viajes, la clave para tener éxito es una alta cobertura en la vacunación en todos los países del mundo», finaliza el Dr. Rojas.
En Chile contamos, además, con un sistema de vigilancia de diversos virus que producen parálisis, entre ellos, la Polio. «Hay un sistema de vigilancia de las parálisis en el país y, de hecho, hay un plan de eliminación de la polio a cargo del Instituto de Salud Pública (ISP). Nosotros en nuestro laboratorio almacenamos las muestras biológicas, de deposiciones y respiratorias, de hace varios años atrás, y llevamos un sistema de control de las muestras, un registro», finaliza la Dra. Luchsinger.