El apogeo de la temporada de huracanes en EEUU podría convertirse en una nueva amenaza para el mercado de gas de Europa al interrumpir la estabilidad de los suministros de gas natural licuado (GNL) de Norteamérica, según declararon expertos del Centro de Desarrollo Energético (CDE).
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Según la empresa de análisis Rystad Energy, la temporada de huracanes en EEUU empieza a cobrar fuerza. Suele alcanzar su punto máximo entre mediados de agosto y mediados de noviembre.
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«El efecto en el mercado depende de la cantidad de daños causados, pero dado que EEUU se ha convertido en el mayor proveedor de GNL y productos petrolíferos de Europa, el impacto potencial podría ser significativo», comentó el CDE.
Los expertos explican que un gran huracán como el del año pasado, bautizado Ida, podría interrumpir los envíos de GNL desde las terminales de exportación situadas en el golfo de México. Esto podría reducir el suministro de GNL al mercado mundial en unos 300 millones de metros cúbicos diarios.
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Asimismo, Rystad Energy informó con referencia al Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU que la actividad meteorológica que se desarrolla actualmente en el océano Atlántico tiene un 30% de posibilidades de convertirse en tormenta tropical en los próximos cinco días. Por su parte, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) dijo a principios de agosto que la actual temporada de huracanes se prevé más intensa que la media de años anteriores.
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La NOAA pronostica entre seis y ocho huracanes, de los cuales entre tres y cinco serán importantes esta temporada.
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«Incluso un huracán importante podría provocar una interrupción de los envíos de GNL desde el golfo de México durante una o dos semanas. Si alguna planta de GNL resulta dañada, el impacto en el mercado del gas será más largo», señala también el CDE.