Durante más de 500 años, los restos momificados de tres niños pequeños congelados en lo alto de un volcán del sur de Perú mantuvieron un registro secreto de sus últimos días.
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Desde el descubrimiento de las momias en la década de 1990, los investigadores se esforzaron por desvelar el pasado de los niños. Un nuevo hallazgo realizado por un equipo internacional de investigadores añade nuevos detalles, al descubrir restos de material en su pelo y uñas que sugieren altas dosis de una sustancia psicodélica.
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Los restos de los cuerpos de tres niños de 6 o 7 años de edad hallados en el volcán Ampato en los Andes en 1995 fueron sometidos a un riguroso examen bioarqueológico.
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Anteriormente los científicos habían encontrado indicios de consumo de drogas, que apuntaban específicamente al consumo de hojas de coca y alcohol. En algunos casos, los niños fueron encontrados con las hojas aún en la boca, con signos de haberlas consumido con alcohol en altas cantidades en los momentos previos a su muerte.
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Sin embargo, este hallazgo más reciente de metabolitos asociados al consumo de un brebaje psicodélico elaborado con ayahuasca (Banisteriopsis caapi) es muy indicativo de un ritual destinado más a calmar que a estimular.
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Los investigadores utilizaron la espectrometría de masas para identificar la presencia de alcaloides y metabolitos de la coca, así como de harmalina y harmina en las uñas del cabello de las dos momias de Ampato.
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La harmalina y la harmina se forman a partir de compuestos presentes en la B. caapi, que suele mezclarse con otros materiales para crear un brebaje que induce vómitos, diarrea y, significativamente, alucinaciones vívidas e intensas.
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Como las pruebas de la triptamina N,N-DMT, que provoca alucinaciones, resultaron negativas, es difícil afirmar con seguridad que la bebida que consumieron los niños produjera un efecto semejante, y mucho menos fuerte. Tampoco había pruebas de que se hubiera consumido alcohol.
Según los investigadores, el consumo de la ayahuasca no estaba destinado a producir visiones fuertes, sino simplemente a reducir su depresión y ansiedad.
Este estudio fue publicado en el Journal of Archaeological Science: Reports.