- Diario La Razón es el segundo medio de comunicación latinoamericano en unirse a gigantes de la tecnología y las comunicaciones como Adobe, Twitter y The New York Times, a fin de combatir la desinformación mediante CAI, una poderosa tecnología abierta de procedencia de contenidos digitales con amplio apoyo en Estados Unidos y Europa.
La desinformación y las ‘fake news’ se están convirtiendo en un problema creciente para las democracias y sociedades del mundo. Con millones de mensajes publicados cada segundo en diferentes plataformas, reconocer si un texto, imagen o video es real puede marcar la diferencia entre inculpar injustamente a alguien, apoyar o desestimar una causa, decidir tu intención de voto, incentivar la violencia y, en casos extremos, poner en riesgo la vida de las personas.
Aunque algunos medios de comunicación intentan verificar la autenticidad de la información con la mayor celeridad posible, esta aproximación requiere avanzar hacia un sistema que permita a cualquier persona ver el origen de, y los cambios hechos a, cualquier fotografía, video u otro contenido digital antes de su publicación.
Bajo esta premisa nace Content Authenticity Initiative (CAI), la cual busca generar un estándar abierto entre empresas de hardware, software, redes sociales, agencias y medios de comunicación para “firmar” digitalmente el contenido, poniendo en manos del público los datos necesarios para determinar si la información fue producida o manipulada, eventualmente con malicia, para distorsionar la verdad.
Impulsada en un inicio por la empresa de tecnología Adobe, la red social Twitter y el periódico estadounidense The New York Times, actualmente cuenta con 800 miembros en todo el mundo, de la talla de Microsoft, Qualcomm, Nvidia, Nikon, Reuters, Associated Press, BBC, The Washington Post o The Wall Street Journal.
CAI usa un protocolo de seguridad encriptado que despliega el historial del contenido al usuario con sólo pulsar un ícono. En caso de haber sido manipulado, este le mostrará los cambios de realizado. El estándar es gratuito y abierto, pudiendo sumarse cualquier proveedor de tecnología o contenidos que desee ayudar a proteger a sus usuarios.