Tras concentrar una mayoría de votos en la segunda vuelta electoral, Luiz Inácio Lula da Silva se convertirá en presidente de Brasil el 1 de enero de 2023. Con esto, la economía más grande de la región latinoamericana será gobernada por la izquierda.
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El producto interno bruto (PIB) de la nación sudamericana oscila en torno a los 1,608 billones de dólares, líder de la región considerablemente distanciado de la segunda economía más fuerte, México, con 1,293 billones de dólares, según estimaciones del Banco Mundial. México también es gobernador por un movimiento democrático que triunfó en las urnas en 2018, tras décadas de autoritarismo del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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Además, las siguientes potencias económicas de la región latinoamericana en orden descendente son México, Argentina, Chile y Colombia, todas gobernadas por administraciones progresistas que conquistaron la dirigencia de sus países mediante procesos electorales mayoritarios.
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Argentina concentra un PIB de más de 491 billones de dólares; Chile, de más de 317 billones de dólares, y Colombia de más de 314 billones de dólares, según cifras de la entidad financiera multinacional.
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En su primer discurso como presidente electo, Lula da Silva aseveró que Brasil debe recuperar su rol protagónico en la conversación internacional, además de que dijo que el país retomará su proyección de estabilidad para garantizar la inversión extranjera, también hizo promesas de apoyo a empresas y emprendedores nacionales e inversión tecnológica y de materia ambiental.
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Además, Brasil forma parte de la alianza comercial BRICS, junto con Sudáfrica, China, la India y Rusia, desde la que buscan fortalecer posibilidades económicas diferenciadas de la hegemonía económica de Estados Unidos.