A veces, cuando tratas de hacer algo parecido a Tokio Drift, las cosas no resultan como esperabas.
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Este ha sido el caso del conductor que salió disparado desde su Chevy Camaro 1981 al tratar de hacer un derrape. Por su parte, el auto siguió adelante hasta chocar contra una tienda de herramientas.
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Aunque el video grabado por los amigos del dueño del Camaro deja en evidencia que es importante no solo abrocharse el cinturón, sino también tener la puerta bien cerrada, la historia tiene un tinte sentimental.
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Y es que resulta que este fue el auto en el que trajeron del hosptal a su actual dueño cuando nació. El Camaro había estado en el garaje durante 25 años. Tras un largo proceso de restauración, salió a hacer pruebas en carretera y esta última era tan solo la tercera.
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Afortunadamente, el dueño salió prácticamente ileso y, sorprendentemente, el auto resultó menos dañado que la tienda contra la que chocó. Dado el valor sentimental que este Camaro tiene para su dueño, no cabe duda de que lo va a restaurar… por segunda vez.
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