SANTIAGO – Investigadores e investigadoras de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile lograron confirmar la existencia de diferencias en las respuestas al estrés crónico (CS) según el sexo, además de diferencias basales cognitivas, un trabajo publicado en la revista Neurobiology of Stress. Los hallazgos fueron realizados gracias a la observación del comportamiento de ratas hembras y machos ante la exposición de un mismo estímulo estresante, un fenómeno que puede ser clave para mejorar las terapias e intervenciones en pacientes con trastornos neuropsiquiátricos.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 208 millones de personas padecen depresión a nivel mundial. En el caso de Chile, el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) indicó que durante el 2021, el 27% de las mujeres presentaron síntomas depresivos moderados a severos, mientras que los hombres alcanzaron un 9,6%. Es en este contexto que el estudio liderado por la bioquímica y profesora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la U. de Chile, Jenny Fiedler, plantea algunas respuestas sobre las particularidades de los trastornos del ánimo en hombres y mujeres.
La investigación, financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) para el período 2019-2023 y apoyada por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la Universidad de Chile, tiene como objetivo identificar blancos moleculares involucrados en respuestas maladaptativas al estrés crónico (CS) en ratas hembras y machos. Estas comparaciones pueden develar vías que regulan el funcionamiento del hipocampo y respuestas de susceptibilidad y/o resiliencia según el sexo ante un mismo estresor.
La profesora Jenny Fiedler destacó los avances desarrollados en el marco de este proyecto. «Hemos llegado a un grado de sofisticación en nuestro quehacer investigativo tan bueno como lo que se hace en el extranjero. Ha sido un privilegio el poder compartir experiencias con mis estudiantes al formar parte de un equipo colaborativo donde hemos aprendido que lo importante es tener una actitud crítica, asumir nuevos desafíos intelectuales y experimentales en un ambiente de libertad y respeto», afirmó la investigadora.
Hallazgos de la investigación
Con la participación de académicos y académicas de la Universidad de Chile, de la Universidad Católica del Maule, de la Universidad Andres Bello y del National Institute of Environmental Health Sciences (NIEHS) de Estados Unidos, el proyecto ha permitido evaluar los efectos diferenciales del sexo biológico en el hipocampo. «Las ratas hembras y machos presentan diferencias cognitivas basales que se modifican diferencialmente al ser sometidos a un estrés«, destaca la profesora Fiedler sobre este trabajo.
La académica explicó que entender la complejidad de estas diferencias basales entre machos y hembras permitiría «mejorar los tratamientos y/o crear nuevos métodos de intervención en enfermedades neuropsiquiátricas, como la depresión y la ansiedad, las cuales tienen casi el doble de prevalencia en mujeres y están íntimamente relacionadas con el estrés (estrés psicosocial)». Especificó, además, que se podrían diseñar terapias más específicas para otras enfermedades en función del sexo biológico. Esto a través de, por ejemplo, la emulación de ciertas características beneficiosas en respuesta a un trastorno o patología con el uso de fármacos.
Para llegar a este y otros resultados que, en términos generales, confirman la existencia de diferencias en las respuestas al éstrés crónico según el sexo, el equipo observó cómo los genes asociados a ciertos tipos celulares cambian una vez enfrentados al estrés. «Este estudio se centró en una porción del cerebro de la rata, que es el hipocampo, el cual corresponde a la corteza más antigua desde el punto de vista evolutivo. Esta región, en particular, tiene mucha importancia en los mecanismos asociados a los aprendizajes. Esta estructura, además, pone el freno a un eje hormonal que se relaciona a las respuestas de estrés», explicó la profesora Fiedler.
«Sabemos que los hombres y mujeres nos enfrentamos a estresores diarios (…) y cómo nuestro cerebro codifica esos estresores y cómo responde, al parecer, según los datos que hemos obtenido, es distinto entre machos y hembras, y eso de ninguna manera puede predisponer a ciertas patologías neuropsiquiátricas». Desde el punto de vista biológico, se atribuye comúnmente a la producción de hormonas sexuales la diferenciación entre hombres y mujeres. Sin embargo, para Fiedler estas diferencias basales observadas pueden estar relacionadas con algo más allá de la producción hormonal, siendo el verdadero trasfondo aún un objeto de estudio.
Es por esto que, siguiendo esta línea de investigación, el equipo de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas postuló al concurso Fondecyt 2023 para dar continuidad a su labor investigativa y determinar la ocurrencia de cambios en el transcriptoma en regiones específicas del hipocampo, tanto en condiciones basales en respuesta al estrés como en el uso de fármacos con características antidepresivas.