El hambre acecha a miles de estadounidenses mientras la alta inflación reduce las ayudas

La organización benéfica estadounidense Bread for the City repartió este año un 20% más de raciones de comida que los niveles previos a la pandemia de COVID-19. Esta alarmante tendencia se repite en otros bancos de alimentos del país y refleja un preocupante incremento de personas que no pueden permitirse un plato debido la alta inflación en EEUU.
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Antes del Día de Acción de Gracias, que fue celebrado este año el 24 de noviembre, miles de personas esperaron horas para recibir un pavo gratis y una tarjeta de débito con 50 dólares para comprar alimentos. Sin embargo, la organización Bread for the City tuvo que cerrar tres días antes de lo esperado tras ayudar a 16.000 personas, muchas más de las que preveían.

Un informe de septiembre del Urban Institute mostró que aproximadamente 1 de cada 5 personas experimentó inseguridad alimentaria en su hogar el verano pasado, una cifra casi similar a la del primer año de la pandemia. Según los datos, los latinoamericanos y afroamericanos reportaron tasas más altas de este problema que los ciudadanos blancos.
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El Gobierno estima que los precios subirán entre un 9,5% y un 10,5% al cierre del 2022. Eso está presionando los presupuestos de muchos estadounidenses y los bancos de alimentos que les ayudan, especialmente luego de que expiró el flujo de ayuda gubernamental por la pandemia.
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El Banco de Alimentos del Área de la Capital, en Washington, originalmente calculó que necesitaría distribuir unas 43 millones raciones de comida durante el año presupuestario de julio de 2022 a junio de 2023. Después de cuatro meses de haber iniciado ese año fiscal, ya está un 22% por encima de esas estimaciones.

«Esa fue una predicción informada con cuatro o cinco buenos meses de información. Nosotros siempre estamos pensando en el Día de Acción de Gracias y la Navidad justo cuando todo el mundo se encamina a la playa en verano», afirmó Radha Muthiah, directora general del Banco de Alimentos de la capital estadounidense, citada por AP.

A su vez, el director de compromiso con la comunidad en el Banco de Alimentos del Condado Alameda en la ciudad de Oakland, Michael Altfest, aseguró que la inflación ha sido la historia del año.
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«Las familias que apenas estaban logrando enderezar las cosas están experimentando un reto completamente nuevo, incluso si tienen empleo, o tienen varios trabajos o fuentes de ingresos, [el dinero] simplemente no está rindiendo igual que hace dos años. Los precios más altos están obligando a las personas a hacer sacrificios en alimentos», señaló.
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Por otro lado, Mike Manning, presidente del Banco de Alimentos de la Zona Metropolitana de Baton Rouge, en Luisiana, afirmó que su organización ha visto un aumento del 10% al 15% en la inseguridad alimentaria local tan solo en los últimos dos meses.

«Uno está hablando con personas que tienen ingresos más bajos y tienen varios empleos, solo hay que pensar en el costo de ir de un trabajo a otro con la gasolina consumiendo cualquier extra que estén tratando de ganar. ¿Qué van a hacer? ¿Renuncian a la gasolina y por lo tanto no pueden llegar a trabajar, o se sacrifican en la comida y regresan y nos piden ayuda?», indicó Manning.

Jim Conwell, del Banco de Alimentos de la Zona Metropolitana de Chicago, aseveró que «sin indicios claros de cuándo podría disminuir la ola de inflación a largo plazo, esto casi se siente más como una maratón sin una línea de meta a la vista«.