- Iniciativa impulsada por los senadores Carmen Gloria Aravena, José García Ruminot y Rafael Prohens, fue respaldada de forma transversal. Los parlamentarios solicitan también que ese plan sea incluido en la agenda de seguridad pública que está trabajando el Ejecutivo con los distintos sectores políticos
Prevención, protección, persecución y preparación de la respuesta, son los pilares de la “Estrategia Nacional Contra el Terrorismo” que contempla el proyecto de acuerdo que fue aprobado por unanimidad en la Cámara Alta, donde se solicita al Presidente de la República que implemente un plan nacional destinado a enfrentar con mayor eficacia este grave flagelo que afecta al país.
La Iniciativa que proponen los senadores Aravena, García Ruminot y Prohens, adquiere especial relevancia tras el reconocimiento que hizo el Presidente Boric en su reciente viaje a la Araucanía, donde señaló que en esa zona existen “actos terroristas”. De hecho, según cifras de Carabineros de Chile, entre 2018 y 2022 (septiembre), se registraron 5.167 hechos de violencia en las 4 regiones de la macrozona sur (Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.) De estos se han verificado 1.268 delitos de incendios, 138 delitos de lesiones y 23 homicidios.
Datos que cuantifican la magnitud de la violencia que padecen los habitantes de esa parte del país, motivo por el cual los parlamentarios consideran clave que en Chile se implemente una estrategia de este tipo, como la tienen muchas naciones en el mundo. Según el proyecto de acuerdo presentado, `una estrategia chilena contra el terrorismo debería tener por misión proteger los derechos y las libertades fundamentales consagradas en la Constitución y en los tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos por Chile y que se encuentren vigentes, contrarrestando la amenaza del terrorismo hacia las personas en el país´.
Para la Senadora Carmen Gloria Aravena, “hemos presentado esta propuesta al gobierno, entendiendo que el terrorismo no es un tema sólo de la Macrozona Sur, sino que es un tema país. Por ello, debemos hacernos cargo de este flagelo implementando una estrategia específica que el gobierno debe incluir en la agenda de seguridad pública que está trabajando con los distintos sectores políticos. El terrorismo destruye la democracia y vulnera los derechos fundamentales, por lo que es urgente que el Presidente Boric elabore una estrategia con perspectiva de Estado y que todos los sectores políticos nos unamos para apoyarlo y sacarlo adelante».
Ejes de la estrategia contra el terrorismo
En sus cuatro pilares, la estrategia contempla los siguientes ejes. En materia de prevención plantea impulsar la coordinación y colaboración de todos los organismos e instituciones, tanto públicas como privadas en la lucha contra el terrorismo; adecuar la acción legislativa del Estado al fenómeno del terrorismo; reforzar las medidas para la prevención del financiamiento del terrorismo; e impulsar una comunicación estratégica eficaz y proactiva frente al mensaje radical sobre los valores democráticos y los derechos fundamentales.
Respecto a la protección, contempla promover la acción coordinada del Estado y la colaboración con el sector privado; desarrollar el marco legislativo para reforzar la seguridad contra el terrorismo; y valorar y actualizar permanentemente la amenaza.
Mientras que en persecución, propone perfeccionar los niveles de coordinación de las diferentes instituciones del Estado que actúan contra el terrorismo asegurando la eficacia operativa y estratégica; fomentar la inteligencia como instrumento primordial en el conocimiento del fenómeno del terrorismo como apoyo a la toma de decisiones; reforzar de forma integral las capacidades de lucha contra el terrorismo, potenciando los recursos humanos e incrementando proporcionalmente los medios materiales y técnicos, organización y procedimientos, asegurando su mejora continua; impulsar y reforzar el combate a las fuentes de financiamiento del terrorismo; robustecer los instrumentos legales ante la evolución de las acciones relacionadas con el terrorismo, ofreciendo una respuesta acorde con penas proporcionales, eficaces y disuasivas; y fomentar en todos los ámbitos un mensaje común por parte de la sociedad chilena en la utilización, desde el Estado de Derecho, de todos los mecanismos para actuar contra el terrorismo.
Finalmente, en lo que se refiere a la respuesta, la estrategia considera evaluar permanentemente las amenazas y riesgos derivados del terrorismo así como las vulnerabilidades observadas, ejercitando y actualizando los planes de actuación para dar una respuesta ágil y coordinada; asignar los recursos humanos, materiales y financieros suficientes para minimizar las consecuencias de una acción de terrorismo; impulsar y mantener el reconocimiento social y los procedimientos de apoyo, ayuda y asistencia a las víctimas de terrorismo; y promover el consenso político y social en la lucha contra el terrorismo así como la colaboración internacional para ofrecer una respuesta eficaz ante un atentado terrorista.