¿Quién decidió dejar el alfabeto griego y pasar al Kraken para nombrar las variantes del COVID-19?

Alfa, delta y ómicron son algunas letras del alfabeto griego también reconocidas en los últimos años como los nombres de variantes del virus que, a partir de finales de 2019, desafió la protección de la salud en todo el mundo: el COVID-19.
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Sin embargo, con el surgimiento de diversas variantes del coronavirus no suficientemente diferenciadas entre sí como para adquirir una nueva categoría, ha sido necesario recurrir a otros recursos de enunciación, de acuerdo con los criterios delineados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Existen nombramientos en la ciencia demasiado técnicos, como BA.4, BA.5 o XBB.1.5, legibles más bien para especialistas, por lo que se ha optado por nombres más fáciles de recordar y transmitir entre los medios de comunicación y la ciudadanía.
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También, transmitir la sensación médica de que las nuevas mutaciones dentro de la categoría ómicron no son significativas, debido a los nombres derivados, puede invisibilizar que hay variantes más transmisibles y evasivas, con distintos niveles de inmunidad a pesar de las vacunaciones ya alcanzadas en distintos países del mundo.
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El doctor Ryan Gregory, profesor de biología de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá, compartió con el medio Fortune que apelar a la variante ómicron puede generar una sensación de irrelevancia entre la audiencia.
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Así, se eligió la categoría Kraken, la criatura marina monstruosa de la mitología nórdica, para describir la variante XBB.1.5, calificada por la OMS como la mutación de ómicron más transmisible hasta ahora.
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El especialista ha trabajado durante meses en la elección de nombres más fáciles de identificar para una mejor comunicación del proceso evolutivo de la variante ómicron. Con ese objetivo, Gregory ha compilado una lista de nombres provenientes de la mitología griega, como Quirón, Basilisco y Tifón.
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Además, reconoció que ha tomado inspiración de sugerencias de usuarios en Twitter, que proponen voces como Centauro para describir las nuevas variantes del virus.
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Junto a los usuarios de Twitter, integrantes de la comunidad científica, como el doctor Rodrigo García López del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), proponen sus propias designaciones.
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Es el caso de la voz Xibalbá para la subvariante BW.1, registrada en la península de Yucatán, en el sureste de México. El Xibalbá es el inframundo en la civilización maya, descrito así por el libro histórico del Popol Vuh.