¿Por qué Chile enfrenta duros incendios forestales?

Chile vive los incendios forestales más letales de la última década. Hasta el 7 de febrero, el Ejecutivo informó que han fallecido 26 personas producto de los siniestros, incluida una bombera que trabajaba para frenar el avance de las llamas.
.
Por Polo González 
.
Según el último reporte del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), hay 3.276 personas damnificadas y 1.159 viviendas destruidas por el fuego.
.
En conversación con analistas para conocer por qué se producen estas catástrofes que asolan la zona centro-sur del país y si es posible su prevención.
.
Los incendios forestales ya han consumido más de 280.000 hectáreas (2.800 km²) de las regiones del Maule (centro), Ñuble (centro), BioBío (centrosur) y La Araucanía (sur), según datos del 6 de febrero.
.
Para Daniela Escalona, doctora en Geografía de la Pontificia Universidad Católica, la falta de planificación urbana y ordenamiento territorial constituyen uno de los factores que inciden en la propagación de los incendios forestales. «Las zonas rurales en Chile no tienen instrumentos de planificación. Actualmente, no hay un ordenamiento territorial sobre las áreas no urbanas», explicó.
.
Las geógrafas Cristina Bonilla, Soraya Gutiérrez y Belén Araneda, integrantes de la Asociación de Geógrafas Feministas de Chile (Geógrafas Chile), coinciden en que los territorios desprovistos de regulación territorial tienen ciertas condiciones que afectarían la propagación de los focos ígneos.
.
Las geógrafas explicaron que la Ley General de Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza (OGUC) establece directrices para la planificación territorial que «evidentemente no son suficientes para evitar o disminuir los riesgos».
La OGUC establece que en los planes reguladores territoriales podrán definirse áreas restringidas al desarrollo urbano por constituir un peligro potencial para los asentamientos humanos, denominadas «zonas no edificables» o bien «áreas de riesgo».
.
«Los planes reguladores establecen a través de un Estudio Fundado del Riesgo aquellas características que permiten identificar las áreas de riesgos por zonas inundables; zonas propensas a avalanchas; zonas de fallas geológicas y zonas con riesgos generados por intervención humana, y en esta última se consideran los incendios», dijeron desde Geógrafas Chile.
«Sin embargo, no es explícito que se refiere a incendios, además (…) nadie ‘obliga’ a los municipios abordar un Estudio Fundado del Riesgo que contenga la amenaza y riesgo por incendio identificada», agregaron.
.
No obstante, desde Geógrafas Chile explicaron que hay varios factores que inciden en el descontrol de los incendios que van más allá de lo planificable y tangible. «Existen factores físicos, como la exposición de las laderas, la pendiente, las características de la vegetación, las condiciones ambientales, humedad, temperatura y viento o las características combustibles del lugar, que afectan a su propagación y posible descontrol».
.
«Asimismo, por falta de planificación territorial y de equipamiento urbano, como son las vías de acceso, vías de escape, hacen que los tiempos de respuestas a la emergencia ante incendios sean aún mayores, por lo tanto, hacen que el desastre sea aún más complejo», indicaron.
.
De todas maneras, «aunque existan territorios regulados, planificados, el incendio no discrimina aquello, y por eso es importante analizar este riesgo desde los multifactores, variables», puntualizaron.
.

Las forestales y el monocultivo

La dictadura cívico-militar liderada por Augusto Pinochet (1973-1990), a través de Fernando Léniz, empresario forestal y ministro de Economía, redactó el controversial Decreto DL701 en 1974 que permitió al Estado subsidiar las faenas forestales durante años.
.
Daniela Escalona explicó que el Decreto DL701 permitió a la industria forestal se expandiera con el modelo de monocultivo sobre suelos agrícolas. «Hay un reemplazo de suelos de bosque nativo, de plantaciones, de suelos agrícolas de buena calidad para plantación de pinos, eucalipto».
.
«Eso se ha ido regulando con el tiempo, pero en los años 70 la industria podía hacer prácticamente lo que quería y el Estado le subsidiaba en la inversión cerca del 70%. Una política de esas características lo único que generó fue una expansión del modelo forestal de monocultivo», agregó la doctora en Geografía.
Según un informe de la Universidad de Chile y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, el riesgo de incendios es mayor cuando se cambia el uso de los suelos para la actividad forestal, ya que «facilita la disponibilidad de biocombustible de forma extensa, continua y homogénea».
.
«Una vez ocurrido un foco de incendio, se propagará con el material combustible que encuentre a su paso, incentivado por las condiciones físicas y ambientales del lugar, y así también cuando carece de medidas y obras de mitigación y obras urbanas que permitan la rápida respuesta ante la emergencia», dijeron desde Geógrafas Chile.

¿Existe en Chile una política de prevención de incendios forestales?

Los incendios forestales en el país son recurrentes en la temporada de verano en el hemisferio sur. Ante la emergencia que vive Chile, diversos países de la región han entregado su ayuda. Y la opinión pública se cuestiona si está el Estado preparado para una emergencia que se ha vuelto recurrente.
.
Desde Geógrafas Chile señalan que no han visto cambios tangibles hacia «una política preventiva y que frene los incendios», a pesar de que el Gobierno avanza «en pos de la seguridad humana, la sustentabilidad ambiental, con políticas de cuidado que van también con relación a esto».
.
Sin embargo, «hay que avanzar hacia algo más concreto, una real gobernabilidad en torno a estas temáticas. Por ejemplo, en la planificación del territorio hay que incorporar una perspectiva preventiva; hay que desarrollar una real gestión territorial comunitaria donde se logre avanzar en educación y concientización, ya que también se puede alcanzar una cogestión del territorio, entre otras», agregaron.
Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el 99,7% de los focos de incendio se originan por acción humana, sea accidental o intencional. «El gran desafío está allí, que la gestión de los territorios y sus comunidades apunten hacia una educación y concientización de lo que significa provocar focos de incendios, por lo tanto, es un cambio cultural a largo plazo«, puntualizaron desde la asociación.
.
Para Escalona, si bien se ha avanzado en políticas preventivas durante los últimos años, «el Estado está bastante limitado por una Constitución que sobrepone, digamos, el derecho privado por sobre cualquier derecho público o cualquier forma de ordenamiento del territorio».
.
«O sea, el dueño del suelo puede hacer prácticamente lo que quiera. Te fijas entonces, frente a eso, las acciones que el Estado puede emprender son limitadas», finalizó.