Un informe realizado por una comisión independiente de la Iglesia católica de Portugal reveló que al menos 4.815 menores de edad fueron víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes adscritos a la institución religiosa de ese país europeo.
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La investigación se inició en 2021, cuando la Iglesia católica portuguesa instauró un grupo especial para indagar posibles casos de abuso sexual infantil, al margen de las denuncias realizadas en otros países como Francia y Alemania.
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El equipo liderado por el psiquiatra infantil Pedro Strecht obtuvo el testimonio de 564 víctimas, de los cuales pudo confirmar 512 casos de pederastia clerical. Con base en estos testigos, la comisión señala que, al menos, 4.815 menores fueron víctimas de lo que consideran un problema sistémico.
«No es posible cuantificar el total de crímenes. La mayoría de las víctimas fueron abusadas más de una vez» declaró Strecht en la presentación del informe, en Lisboa, ante los medios de comunicación.
El informe —que no incluye nombre de víctimas, victimarios ni congregaciones a las que pertenecían los abusadores— indica que el 70% de los abusos fueron cometidos por sacerdotes en escuelas religiosas, en los domicilios de los prelados e incluso en los confesionarios de las escuelas.
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Asimismo, indica que, del total de víctimas entrevistadas para el informe, casi la mitad (48%) habló por primera vez de su caso ante la Comisión.
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Según Pedro Strecht, las víctimas no hablaron sobre exigir una compensación, pero sí de la necesidad de tener acceso a terapia psicológica. Además, de los casos confirmados, solo 25 pueden ser procesados ante las instancias de justicia, ya que el resto prescribió.
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Tras la presentación del informe, el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, José Ornelas, calificó el documento como «una dura y trágica realidad» y afirmó que habrá tolerancia cero hacia los abusos cometidos en la Iglesia católica.
«Es una herida abierta que nos duele y nos avergüenza. Pedimos perdón a todas las víctimas: a las que valientemente dieron su testimonio, en silencio durante tantos años, y a las que aún viven con dolor en lo más profundo de su corazón, sin compartirlo con nadie», declaró Ornelas en un comunicado de la Iglesia portuguesa.
La Comisión Independiente indicó que se presentará el informe completo a las autoridades civiles y eclesiásticas para continuar con las investigaciones.
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Hasta el cierre de esta nota, ni el Vaticano ni el papa Francisco se han pronunciado sobre la revelación, a pesar de los llamados que ha hecho el Sumo Pontífice para combatir este problema.