«Nerviosismo en Munich»: un análisis que revela las dudas de Occidente sobre Ucrania

Un artículo en la influyente publicación ‘Político’ describiendo el ambiente de la 59 Conferencia Internacional de Seguridad de Múnich confirma lo que varios analistas y medios venían adelantando: el régimen de Volodímir Zelenski se encuentra en problemas y sus socios en la escalada bélica lo saben.
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«Si incluso los alemanes están preocupados, este debería el momento de empezar a preocuparse en serio», observó el reconocido periodista estadounidense Matthew Karnitschnig, excorresponsal en Alemania para el Wall Street Journal y actual reportero cubriendo Berlín para Político, en su análisis sobre el clima de inquietud entre los participantes de la conferencia anual, titulado “Es el fin del mundo como lo conocemos – y en Múnich se siente el nerviosismo”.
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«Atraviese la neblina de viejas proclamas que emanan del escenario principal de la Conferencia de Seguridad de Múnich sobre la solidaridad occidental y el propósito común durante este fin de semana, y uno no puede evitar notar más que un indicio de aprensión justo debajo de la superficie», escribe el periodista, el último de muchos análisis dando cuenta de que, pese al masivo apoyo financiero y armamentístico de las potencias occidentales a Kiev, el debilitamiento de la posición de Ucrania es evidente.
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Y para que no queden dudas, Karnitschnig añade inmediatamente una evaluación lapidaria sobre cómo marchan las cosas para el régimen de Zelenski en el terreno: «Incluso cuando los líderes occidentales se felicitan por su generosidad hacia Ucrania, las Fuerzas Armadas de ese país se están quedando sin municiones, equipos e incluso hombres».
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El periodista cita un comentario de uno de los participantes del encuentro, el politólogo Andrew Michta, decano de la Facultad de Estudios Internacionales y de Seguridad del Centro Marshall en Múnich, quien declaró que si bien dentro del Bayerischer Hof [el hotel donde todos los años se realiza la conferencia] todo parece normal, «todos sabemos que afuera se avecina una tormenta».

En ese sentido, Karnitschnig señala que los únicos que estaban sonriendo en la conferencia de Munich eran los contratistas de Defensa porque, afirma, «las ventas de armas están en auge».

El artículo también cuestiona la actitud belicista de Alemania, país que durante décadas mantuvo una política de no exportar armas letales a zonas de conflicto, decisión que revirtió el año pasado tras la presión de la Unión Europea y Estados Unidos para sumarse a los respaldos bélicos a Kiev.
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«Los funcionarios alemanes parece estar tratando de superarse unos a otros para demostrar cuán agresivos se han vuelto», ironiza el artículo, que recuerda que apenas a principios del 2022 importantes figuras de la socialdemocracia, el principal partido de la coalición de gobierno liderada por el canciller Olaf Scholz, reclamaban que Estados Unidos retirara su armamento nuclear del suelo alemán.