El tenista ruso Medvédev se impone en arcilla y triunfa en el Masters de Roma

El tenista ruso Daniil Medvédev ganó este 21 de mayo el Masters 1000 de Roma, donde derrotó en dos sets al joven noruego Holger Rune por 7-5 y 7-5.
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Medvédev nunca había ganado un solo partido en sus tres participaciones anteriores en este torneo, pero esta vez dio cátedra y remontó dos veces un break en contra en el segundo set contra Rune, séptimo en el ranking mundial de la ATP, que aspiraba a ganar su segundo título de Masters 1000.
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Con su triunfo, Medvédev, de 27 años de edad, se coloca en el tercer lugar mundial en el ranking de la ATP, solo después del serbio Novak Djokovic y del español Carlos Alcaraz.

«Siempre quiero creer en mí mismo y siempre quiero ganar los torneos más importantes del mundo. Pero al mismo tiempo, no creía que pudiera ganar un Masters 1000 sobre arcilla en mi carrera porque normalmente la odiaba, odiaba jugar en ella. No me sentía bien y nada funcionaba”, dijo el tenista ruso en conferencia de prensa tras su triunfo.

«Antes de este torneo, ya en Madrid y Montecarlo, no me sentía demasiado mal. Pensé: ‘Vale, sigamos’. Luego, cuando llegué aquí, me sentí muy bien en los entrenamientos y le dije a mi entrenador: ‘No sé lo que está pasando, pero me siento de maravilla, así que vamos a ver cómo va’. Pero luego tienes que jugar contra los rivales más duros del mundo para intentar conseguirlo. Estoy muy contento de haberlo logrado y de demostrarme a mí mismo y a todos los demás que soy capaz de hacerlo», añadió.

En su camino hacia la final, Medvédev derrotó al campeón de 2017, el alemán Alexander Zverev y al finalista de 2022, el griego Stefanos Tsitsipas.
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Medvédev ha logrado cinco títulos esta temporada, uno de ellos en Miami el mes pasado.

Rune, de 20 años de edad, intentaba convertirse en el jugador más joven en ganar el título en Roma desde que Rafael Nadal, entonces con 19 años, levantara el trofeo en 2006.
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«Ha sido un partido duro», dijo Medvédev. «Creo que los dos estábamos un poco nerviosos al principio y creo que a los dos nos faltaron nuestros fundamentos. Fallamos algunos tiros fáciles, así que estoy contento de haber conseguido dar un paso adelante al final del primer set. Pero luego, al principio del segundo set, él dio un paso adelante y yo me dije: ‘Vale, ahora es cuando tengo que empezar a jugar mejor y ponerme a su nivel’. A partir de ahí fue un partido de primera”.