Los comentarios de la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, llegan luego de que Estados Unidos acusara a cuatro empresas y ocho individuos de nacionalidad china de delitos relacionados con el opioide sintético.
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«Las cosas que EEUU ha estado haciendo hasta ahora para abordar sus preocupaciones sobre el problema de las drogas, ya sean tácticas de presión, coerción o algún tipo de operaciones ilegales, son básicamente chivos expiatorios. Esto no funcionará y no beneficia a nadie», dijo la vocería de Relaciones Exteriores del gigante asiático tras una consulta de la prensa.
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Ning instó al Gobierno norteamericano a dejar de «echarle la culpa, de difamar y atacar a China» y «levantar de inmediato todas las sanciones contra las instituciones chinas», así como también a dejar de usar los problemas relacionados con el fentanilo como pretexto para «sancionar, acusar u ofrecer recompensas por las empresas chinas o ciudadanos chinos».
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La funcionaria diplomática llamó además a que EEUU detenga las detenciones arbitrarias con respecto al fentanilo, cuyo consumo ilegal se ha convertido en una verdadera crisis de salud en el país americano al provocar miles de muertes por sobredosis todos los años, y que libere de inmediato a los ciudadanos chinos bajo arresto ilegal.
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En su más reciente acción contra compañías y ciudadanos extranjeros en su cruzada contra la distribución de fentanilo en el país, el Departamento de Justicia estadounidense anunció el viernes 23 de junio la presentación de cargos contra cuatro empresas con sede en China y ocho empleados por delitos relacionados con el presunto tráfico ilícito de precursores químicos del opiáceo, la primera acusación judicial de Washington contra compañías chinas en casos de trasiego de precursores.
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En ese sentido, la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores chino calificó esta noticia como «la típica detención arbitraria y sanción unilateral» de los EEUU y recalcó la ilegalidad de las acciones, que, sostuvo, dañan gravemente los derechos humanos básicos de los ciudadanos chinos y los intereses de las empresas chinas en cuestión.
«China condena enérgicamente esta acción y ha presentado gestiones serias y fuertes protestas a la parte estadounidense», dijo.
En lugar de darle a China el crédito por su contribución en la lucha contra el fentanilo, observó Ning, «EEUU impuso sanciones ilegales a las instituciones antinarcóticos chinas y luego calumnió abiertamente los esfuerzos antinarcóticos de China y sancionó ilegalmente a las empresas chinas. Estados Unidos ha ido aún más lejos al arrestar y acusar a ciudadanos chinos».
Unas horas antes, el portavoz de la embajada china en EEUU, Liu Pengyu, había acusado a través de un comunicado a los fiscales estadounidenses de imponer una «jurisdicción de brazo largo», al haber arrestado a los ciudadanos chinos en un país soberano como Fiji.
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«El incidente fue una bien planeada operación de trampa llevada a cabo por la parte estadounidense, que infringió gravemente los derechos legítimos de las empresas e individuos pertinentes», dijo el vocero de la oficina diplomática, quien añadió que la medida podría perjudicar las operaciones antinarcóticos entre ambos países. «China lo condena enérgicamente», concluyó.