SANTIAGO — Chile, Argentina y Bolivia, los países que conforman el «triángulo del litio» en Latinoamérica, deben fomentar una agenda de desarrollo productivo en torno a este metal, señalaron desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL).
.
«Son necesarias políticas públicas en los países productores de litio de la región, principalmente los del llamado ‘triángulo del litio’ [Chile, Argentina y Bolivia], que puedan contribuir a una agenda de desarrollo productivo en torno a este metal, así como la industrialización de este y otros minerales en tecnologías limpias para la transición energética y la electromovilidad», señaló CEPAL a través de una publicación.
.
El documento, presentado en conferencia de prensa por el secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, consignó que son necesarias normas «que favorezcan la creación de bienes públicos, el desarrollo de capacidades e infraestructuras blandas y duras y la movilización y el direccionamiento de los recursos necesarios».
«El litio es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de baterías de iones, una tecnología clave para la descarbonización del transporte, por tanto, tiene posibilidades de contribuir al desarrollo económico de los países mediante un impacto positivo a partir de una mayor creación de valor», agregó.
Según CEPAL, un 56% de las reservas mundiales del metal se concentran en el triángulo de litio en Latinoamérica, y si esto se suma a lo que se puede encontrar en Brasil, México y Perú, el porcentaje total de las reservas en la región se eleva a casi un 60%.
«El combate al cambio climático es el principal motor que hace disparar la actual y futura demanda de litio, pudiendo multiplicarse por 42 en 2024, además, ha habido un aumento exponencial de los precios del metal, que se multiplicaron casi nueve veces entre 2021 y 2022, pues actores como China, Estados Unidos y la Unión Europea lideran la industria de la electromovilidad», cerró.
En datos del organismo, en 2021 Argentina representó el 9,8% de la producción mundial de litio; Brasil el 0,4% y Chile el 41%.