¿Escudo humano? Vocero ucraniano explica la ubicación de la defensa aérea en zonas residenciales

Ucrania despliega sistemas de defensa antiaérea cerca de los edificios residenciales porque Kiev no tiene suficientes armas de este tipo, declaró el portavoz de la Fuerza Aérea del país, Yuri Ignat. Desde Rusia señalan que sus ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

«No tenemos suficientes [sistemas de defensa antiaérea] con que tomemos Ucrania en un anillo para que no se cuele ni un ratón. Es imposible (…) No hay otro camino que proteger la ciudad con sistemas de defensa antiaérea más cerca del propio asentamiento», declaró Yuri Ignat.

Admitió que la defensa antiaérea ucraniana se despliega cerca de las ciudades con la mayor densidad posible. Agregó que si se despliegan más lejos de los asentamientos, se forman brechas en la línea de defensa.
La representante oficial del Mando Operativo Sur de las FFAA ucranianas, Natalia Humeniuk, a su vez, confesó que las consecuencias del trabajo de las fuerzas de defensa antiaérea del país «pueden ser bastante destructivas» y provocar daños.
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Al respecto, un antiguo oficial que sirvió en Ucrania reveló al periódico Moskovski Komsomolets que la población teme mucho a su defensa aérea.

«Todavía tengo muchos conocidos y parientes en Ucrania (…) La gente tiene miedo de verdad, no tanto de los misiles y drones rusos —todo el mundo sabe que los ataques militares rusos no están dirigidos contra instalaciones civiles— como de sus propios sistemas de defensa antiaérea. Los misiles antiaéreos ya han caído en calles y casas más de una vez», comunicó.

El experto explicó que los ucranianos están expuestos a un grave peligro debido a los sistemas de defensa antiaérea suministrados por Occidente. En sus palabras, para aumentar la autonomía de vuelo y, en algunos casos, la posibilidad de alcanzar objetivos, se desactiva deliberadamente el modo de autodestrucción en los misiles de estos sistemas. Como resultado, los misiles que supuestamente deben proteger a los ucranianos se han convertido en una amenaza muy real para ellos.

«Resulta que el misil vuela hasta que agota todo su combustible. Después cae en cualquier lugar: en una casa, una calle, un parque infantil, una autopista con coches», concluyó.

Desde el Ministerio de Defensa de Rusia han subrayado en numerosas ocasiones que los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.