- El 2015 marca un antes y un después en torno al fenómeno migratorio en Chile. Desde este año, comenzó un constante incremento de la población extranjera en nuestro país, que hoy llega a más 1,4 millones de personas. Especialistas de la Universidad de Chile analizan la historia de la inmigración desde distintas perspectivas, así como su explosividad en los últimos años y las principales tareas pendientes en políticas públicas.
Incluso antes del surgimiento de fronteras o la creación de naciones, existió la movilidad humana. Naturalmente, los territorios se han ido configurando hasta las formas territoriales de organización actuales basadas en la coexistencia de Estados. Aquello ha hecho que la movilidad humana tenga mayores o menores obstáculos para producirse, dependiendo del momento y lugar del mundo. Este fenómeno es algo de lo que Chile no ha estado exento lo largo de su historia.
Así lo señala Astrid Espaliat, profesora especialista en Derecho Internacional del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, quien explica que nuestro país inicialmente recibió a migrantes de los países fronterizos como Argentina y Bolivia. “Los migrantes bolivianos venían por ciertas épocas por los trabajos de temporero que ofrecía Chile y una vez terminado ese trabajo, volvían a su país la mayor parte”, señala la académica.
Al mismo tiempo, también hubo un fomento estatal de la migración en Chile durante el siglo XIX, agrega Lorena Oyarzún, especialista en Relaciones Internacionales y directora de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública de la Universidad de Chile. Al respecto, la académica sostiene que durante gran parte de ese periodo hubo políticas conducidas por el gobierno para traer un tipo de migrante específico, como fue el caso de los europeos en el sur de Chile.
Sin embargo, estos resultan episodios específicos dentro de la historia del país. En la actualidad, a partir del 2015 en adelante, se ha comenzado a ver un nuevo auge de la migración en Chile. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año 2021 la población extranjera residente en Chile llegó a 1.482.390 personas, una cifra que da cuenta del alza de la migración. “Ya estamos hablando de cifras que bordeaban un 2% a casi 5% de la población de Chile, si bien en comparación con países como Estados Unidos, India o México son bastante menores. En nuestra forma de accionar, de gestionar estos temas, no estaba realmente en nuestro ADN” señala la académica de la Facultad de Gobierno.
Esta alza responde a múltiples fenómenos sociales y geopolíticos en la región, sostiene la profesora Espaliat. “Finalmente, enfrentamos al fenómeno migratorio venezolano, que fue mucho más grande que todos los anteriores y que tiene que ver con una mezcla de situaciones. Un tema de persecución política, de inestabilidad política y otro de búsqueda de estabilidad económica, acceso al trabajo y mayor bienestar para el migrante y sus familias” indica Espaliat.
Al respecto, Ximena Póo, coordinadora de la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile, destaca cómo el derecho a desplazarse está anclado también a buscar mejores expectativas de vida para una persona o para su grupo familiar. “Tiene que ver muchas veces con mejores expectativas de vida, desde la sobrevivencia en adelante, y responde a situaciones políticas, económicas, climáticas, etcétera. Entonces es bien complejo el proceso migratorio, el viaje migratorio, el viaje de la movilidad humana y, sobre todo, cuando los Estados ponen trabas”, afirma la también académica de la Facultad de Comunicación e Imagen.