- Universidad tiene dos procesos sancionatorios y una investigación en curso. Senador por la región advierte que «se requiere un cambio de gobernanza urgente».
Tras reunirse con el superintendente de Educación, Mauricio Frías, el senador por la región de Los Ríos, Iván Flores, advirtió hoy la «crítica situación que está enfrentando la Universidad Austral, centro neurálgico para la zona sur austral del país», emplazando a «quienes están a la cabeza de la Universidad a asumir sus responsabilidades y definir caminos para salir de la crisis.»
La UACh tiene más de 5.000 funcionarios y docentes, 18.000 estudiantes y administra un presupuesto superior al del gobierno regional. Según lo señalado por el senador, hoy «vive momentos muy difíciles, arriesgando su existencia debido a la ausencia de una eficiente gobernanza; sin duda la UACH está bajo la lupa de la región y el país».
«Hoy día la Universidad Austral de Chile tiene dos procesos sancionatorios y una investigación en curso. La pregunta que subyace aquí es cómo salir de este impasse único en la historia de la universidad sin que la comunidad universitaria tome conciencia y también asuma sus propias responsabilidades. No puede ser que se entreguen por la vía de los rumores y, algunas vías un poquito más formales, informaciones que no es ni la completa ni la correcta o la información amplia y clara».
El parlamentario también emplazó directamente al presidente del directorio de la Universidad Austral de Chile Fernando Schultz Oettinger a que se reúna con el superintendente para evaluar el diagnóstico de la UACh y definir los caminos a seguir.
«A mi manera de ver, creo que es el presidente del directorio el que tiene que saber y entender lo que está pasando, no el equipo fallido de la rectoría. Debe ser el presidente el directorio que lo asuma. Y aquí creo yo que no es una cuestión de plata, el foco no es un problema de plata, el foco en la gobernanza universitaria que ha colocado la universidad en la situación que hoy día se está viviendo».
Para finalizar, Flores sentenció que el directorio tiene un deber ético en estas instancias. «El directorio debe y tiene el deber ético de escuchar al superintendente y al también al subsecretario de educación para dar lo que debería ser la solución y la comprensión de lo que pasa con la universidad».