- En la reunión mundial sobre minería submarina no se dio luz verde a la explotación minera de los fondos marinos. Una moratoria es la única opción hasta que se disponga de datos científicos y se pueda proteger el océano, afirma WWF.
Tras tres semanas de intensas negociaciones sobre minería submarina en las reuniones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, en sus siglas en inglés) en Jamaica, no se dio luz verde a la explotación minera de los fondos marinos ni se adoptó ninguna normativa.
La Asamblea de la ISA, compuesta por 168 Estados miembros, concluyó el finde semana, tras intensas negociaciones sobre una propuesta para debatir por primera vez la protección del medio marino y la conveniencia o no de llevar a cabo la explotación minera de los fondos marinos. La propuesta de Chile, Vanuatu, Palau, Francia y Costa Rica, partidarios de la moratoria y calificados como “champions” de la misma, fue bloqueada por un puñado de Estados durante toda la semana de la Asamblea. Sin embargo, a última hora, estos Estados “champions” aseguraron que la protección del medio marino se tratará en la próxima Asamblea, a mediados de 2024.
«Hemos asistido a un intenso debate en la ISA entre los que quieren avanzar en la explotación minera de los fondos marinos y los que optan sabiamente por una gestión más cautelosa para preservar el bien común de la humanidad», señaló Jessica Battle, responsable de la Iniciativa No a la Explotación Minera de los Fondos Marinos de WWF. «La decisión de compromiso alcanzada abre la puerta a un debate adecuado en el que participen todos los Estados miembros de la ISA sobre la protección del medio marino y sobre si la explotación minera de los fondos marinos puede continuar. Es un importante paso adelante».
«Durante las últimas tres semanas, en todo el mundo, lo que ha quedado más claro cada día es que cada vez más gobiernos, empresas, instituciones financieras, científicos, sociedad civil, pueblos indígenas, grupos religiosos y comunidades se oponen a la explotación minera de los fondos marinos, pues reconocen la injusticia y la destrucción que conllevará», agregó Battle.
Hasta la fecha, un total de 21 países se han sumado a la petición de una prohibición, una pausa cautelar o una moratoria de la explotación minera de los fondos marinos, y Canadá, Brasil, Finlandia y Portugal hicieron anuncios al respecto durante las reuniones de la ISA. Empresas que representan el 32% de la industria atunera mundial anunciaron su preocupación, 37 instituciones financieras que gestionan más de 3,3 billones de euros en activos afirmaron que es necesario conocer los riesgos potenciales y el Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos desaconsejó a los gobiernos la explotación minera de los fondos marinos.
Chile y la moratoria
“Desde el primer momento hemos aplaudido y apoyado la solicitud presentada por Chile de una moratoria a la minería submarina y vemos con esperanza cómo se han ido sumando más países a esta petición”, destacó Yacqueline Montecinos, coordinadora de Biodiversidad Marina y Políticas Oceánicas de WWF Chile. “Nuestro país, oceánico por naturaleza, debe seguir liderando este tipo de solicitudes que contribuyen a evitar daños sobre los océanos que aún no logramos dimensionar en base a la evidencia existente. En estos casos, el enfoque precautorio es clave y un gran aliado a la hora de enfrentar la triple crisis climática, de biodiversidad y de contaminación, que lamentablemente tampoco le es ajena a nuestros mares”, añadió la experta.
Más presiones
«El océano ya está sometido a graves presiones, como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático», comentó Battle. «La explotación minera de los fondos marinos sólo añadiría otra presión en un momento en el que deberíamos estar restaurando el océano, para que pueda cumplir su potencial como nuestro principal aliado contra la crisis climática. Un ecosistema oceánico que funcione es la mejor herramienta de amortiguación, mitigación y adaptación que tenemos para hacer frente a los efectos del cambio climático. Una moratoria sobre la explotación minera de los fondos marinos es la única opción hasta que la ciencia esté en su lugar y se pueda garantizar la protección efectiva del medio marino.»
Mientras tanto, la tan esperada «laguna de los dos años» sigue abierta, ya que el Consejo de la ISA no tomó ninguna decisión clara. Persiste la amenaza inminente de la explotación minera no regulada de los fondos marinos, de la que todavía no está claro el alcance total de su impacto si se permite que siga adelante. Los científicos calculan que existe tan sólo un 1,1% de los conocimientos necesarios para elaborar una normativa con base científica.
Lo que está claro, sin embargo, es que esta industria extractiva no es necesaria para apoyar la transición ecológica. Un informe encargado por WWF muestra que la demanda de los minerales estudiados puede reducirse en un 58% mediante opciones tecnológicas, reciclaje y medidas de economía circular, como la extensión de la vida útil de los productos y la recuperación de materiales. El Consejo Asesor Científico de las Academias Europeas también concluyó que el argumento de que la minería de los fondos marinos es necesaria para la transición ecológica es engañoso.