El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el domingo que abandonaría algunas de las controvertidas propuestas de reforma judicial que su gobierno dio a conocer a principios de año, lo que provocó protestas en todo el país.
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En declaraciones a una emisora estadounidense en Jerusalén, Netanyahu dijo Quería reformar La composición del comité que selecciona a los jueces antes de poner fin a la campaña que ha sacudido al país durante meses, convirtiéndolo en un riesgo de inversión.
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«Eso es básicamente lo que queda, porque otras cosas creo que no deberíamos legislar», admitió el primer ministro de 73 años.
El gobierno quiere que haya un equilibrio, continuó diciendo, y agregó: «Eso es lo que estamos tratando de restaurar».
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Netanyahu también argumentó que la economía israelí estaba «infravalorada» y pidió a los inversores que siguieran el «dinero inteligente» que dijo que estaba llegando a Israel.
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El parlamento israelí ha tenido hasta ahora aprobó solo un proyecto de ley Eso busca limitar la capacidad de los jueces para revocar decisiones gubernamentales que consideren irrazonables. El gobierno también planeaba otorgar a la legislatura el poder de anular las decisiones de la Corte Suprema y permitir que los ministros nombraran a sus propios asesores legales.