El ejercicio conjunto entre militares brasileños y estadounidenses ocurre desde 2015, pero esta será la primera vez que la actividad se realizará en territorio amazónico.
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El decreto que autoriza la operación fue firmado por el presidente Lula da Silva.
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Alrededor de 290 militares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos fueron convocados a participar en un ejercicio combinado con el Ejército brasileño que se llevará a cabo del 24 de octubre al 20 de noviembre de este año en los estados de Pará y Amapá.
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El decreto informa que se autoriza el ingreso al territorio brasileño de equipos y armas estadounidenses como sensores, sistemas electrónicos, dispositivos ópticos, equipos de comando, control y comunicación.
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Denominada operación Core 23 (Ejercicio Combinado de Operación y Rotación), forma parte de un acuerdo de cooperación en el área de defensa y se lleva a cabo desde 2015 entre los gobiernos de los dos países. En 2022, la operación se llevó a cabo en Estados Unidos.
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«Tropas de ambos países compartirán experiencias e intercambiarán conocimientos sobre doctrina y técnicas, tácticas y procedimientos de defensa, con el objetivo de mantener los vínculos históricos entre los países e incrementar la integración y cooperación entre los dos ejércitos», dijo el Comando Militar del Norte (CMN) en un comunicado.
Cuando se anunció la operación en mayo, Sputnik consultó al experto militar y oficial de reserva de la Armada brasileña, el comandante Robinson Farinazzo, quien consideró que Brasil debería exigir contrapartes de Estados Unidos para garantizar la formación del personal militar estadounidense en un entorno militar selvático.
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«Brasil debe exigir una compensación porque Estados Unidos tiene pocas oportunidades de entrenar en un ambiente selvático como el nuestro. Las relaciones militares bilaterales deben tener un mínimo de reciprocidad», comentó.
Al mismo tiempo, una delegación de militares norteamericanos estuvo en el CMN para conocer los detalles de la programación y logística del evento.
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