Mandatarios latinoamericanos de Colombia, Chile y Brasil elevan críticas a Israel por la situación en la Franja de Gaza

Unas horas después de que Bolivia determinara romper relaciones diplomáticas con Israel en represalia por su asedio militar contra Gaza, los presidentes de Colombia, Brasil y Chile se sumaron a las críticas al Estado hebreo y tomaron diversas medidas ante la situación, que ha provocado hasta este 31 de octubre más de 8.000 muertos.
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Gustavo Petro, Gabriel Boric y Luiz Inacio Lula da Silva, mandatarios, respectivamente, de Colombia, Chile y Brasil, determinaron distintas posiciones de sus Gobiernos ante la situación en la Franja de Gaza, que este 31 de octubre contempló un bombardeo contra el mayor campo de refugiados de la zona norte del enclave palestino perpetrado por el Ejército israelí y que en el acumulado ha cobrado más de 8.000 víctimas, según cifras de Naciones Unidas.
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El presidente Lula denunció la incapacidad global para frenar la matanza de niños y niñas en la Franja de Gaza, víctimas de los bombardeos de Israel desatados en represalia por el ataque del grupo islamista Hamás.
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De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por su sigla en lengua inglesa), más de 3.400 niños han sido asesinados en Gaza por los ataques israelíes detonados desde el 7 de octubre.
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«Estamos presenciando, por primera vez, una guerra en la que la mayoría de los muertos son niños. Nadie asume la responsabilidad y ni siquiera pudimos presentar una carta de la ONU convincente para el alto al fuego. ¡Detenerse! ¡Por el amor de Dios, detenerse!», escribió el mandatario brasileño en su cuenta verificada de Twitter (ahora X).

El dirigente de Brasil dijo, además, que le entristece ver morir a 3.000 niños en la Franja de Gaza en una guerra que ellos no reivindicaron.

«¿Y los irresponsables que hicieron la guerra ahora están de luto por la muerte de estos niños? ¿Sientes el peso de las cosas?», reclamó el jefe del Estado lusófono.

Lula criticó en los últimos días la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, la falta de efectividad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para frenar la escalada bélica en Oriente Medio y también lo que definió como «actos terroristas» del grupo radical palestino Hamás.
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El mandatario brasileño también cuestionó el derecho a veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), después que Washington frenara el 18 de octubre una resolución de Brasil para conseguir un cese al fuego en Gaza.
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Por su parte, los mandatarios de Colombia y Chile, Petro y Boric, determinaron llamar a sus embajadores en Israel para evaluar la pertinencia de mantener intercambios diplomáticos con el país gobernado por Benjamín Netanyahu.
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«Ante las inaceptables violaciones del derecho internacional humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza, como Gobierno de Chile hemos resuelto llamar en consultas a Santiago al embajador de Chile en Israel, Jorge Carvajal», apuntó Boric en la misma red X.
«Chile condena enérgicamente y observa con gran preocupación que dichas operaciones militares —que a estas alturas de su desarrollo comportan un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza— no respetan normas fundamentales del derecho internacional, como lo demuestran las más de 8.000 víctimas civiles en su mayoría mujeres y niños», recriminó el dirigente chileno.
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En tanto, el mandatario colombiano, quien desde el 8 de octubre alzó la voz contra la posición hostil de Israel en Palestina y temprano evaluó romper relaciones diplomáticas con el Estado hebreo, también determinó citar a su representante en el país del Levante mediterráneo.
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«He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel», tuiteó Petro. «Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino, no podemos estar allá».
Este alzar la voz desde Brasilia, Bogotá y Santiago ante la situación en Gaza se da horas después de que el Estado Plurinacional de Bolivia determinara romper relaciones diplomáticas con Israel en rechazo al asedio militar contra el enclave palestino, que en los últimos días abrió un nuevo episodio de violencia con una incursión por tierra ordenada por Netanyahu.