América Latina reúne a sus policías contra el crimen trasnacional, pero ¿y los gobiernos?

La consolidación de Ameripol, una alianza de policías latinoamericanas al estilo de Europol, es clave para combatir «mafias transnacionales que no tienen fronteras», dijo el sociólogo Hugo Acero. El experto llamó, de todos modos, a la coordinación también de los gobernantes e imaginó un encuentro «entre Bukele, Petro y hasta Maduro».
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por Sergio Pintado
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La creación de Ameripol, una alianza de policías de la región al estilo de Interpol o Europol, apunta a que los países latinoamericanos mejoren su coordinación para combatir el crimen organizado transnacional, uno de los principales flagelos en materia de seguridad de la región.
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Si bien la institución de seguridad se había creado en 2007 —en una época marcada por el crecimiento de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y una fuerte integración regional—, se mantuvo sin actividad hasta este noviembre de 2023, cuando dirigentes policiales y ministros de Estado de los países involucrados firmaron el Tratado de Brasilia, un documento que establece su marco jurídico.
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El sociólogo colombiano experto en temas de seguridad Hugo Acero destacó que la consolidación de Ameripol marca una diferencia con «esas relaciones esporádicas que se presentan en las policías de América Latina» y valoró la necesidad de coordinar acciones de forma permanente.
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«Para enfrentar el reto que supone el crimen organizado trasnacional no basta con las autoridades de seguridad y justicia de cada uno de los países. Es necesario establecer alianzas entre los países de la región», defendió.
El experto puso el ejemplo del narcotráfico, donde existen países productores y otros de tránsito que se ven afectados por un mismo fenómeno. «Países productores como Colombia, Perú e incluso Bolivia deben ser parte importante de la discusión, porque finalmente la droga que está saliendo de esos países está afectando de manera grave la seguridad de los países de la región», señaló.
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Acero enfatizó que «el narcotráfico, la trata de personas, el comercio de armas y hasta la explotación ilegal de recursos naturales son mafias transnacionales que no tienen fronteras«, por lo que ameritan una acción conjunta de los países.
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Si bien valoró la consolidación de Ameripol, Acero consideró que la coordinación no debe restringirse a los cuerpos policiales.
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«Hay que involucrar de manera decidida a los gobiernos y a los Estados porque los retos que tenemos hoy en día en materia de violencia y delincuencia transnacional deben ser atendidos desde la institucionalidad del Estado», apuntó.
En ese contexto, el especialista consideró que los diferentes gobiernos deben superar las diferencias ideológicas a la hora de asegurar la seguridad. «Al final del día se está ante un crimen trasnacional que no tiene ideología política; la seguridad no es de derecha ni de izquierda, es un derecho que tenemos todos los ciudadanos», añadió.
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Según el experto, esto aún debe ser comprendido por los diferentes gobernantes de América Latina, que deberían dejar de lado diferencias políticas para coordinar acciones en materia de seguridad regional.

«Uno esperaría que se puedan sentar Nayib Bukele, de El Salvador, con Gustavo Petro, de Colombia, con Daniel Noboa, de Ecuador, y hasta Nicolás Maduro, de Venezuela, para analizar el tema del crimen transnacional que realmente está afectando la seguridad y la democracia», reclamó el sociólogo.

Acero consideró, además, que potencias como Estados Unidos o los países europeos también deberían involucrarse en una «respuesta trasnacional de seguridad, justicia e investigación criminal».
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El experto consideró que países como Colombia —donde se encuentra la sede de Ameripol— pueden compartir su experiencia con otros Estados de la región en materia de seguridad.
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En ese sentido, señaló que Bogotá «tiene una historia de más de 50 años de sufrir fenómenos como el narcotráfico en su territorio, además del conflicto armado que en los últimos años ha estado muy ligado al narcotráfico». Colombia ha debido lidiar, además, con «algunas de las mafias más importantes de la región y el mundo, como el Cartel de Medellín y el Cartel de Cali», suscribió.